Una pequeña variación del gen CHI3L1 podría ser la responsable del asma, al provocar una disminución de las funciones pulmonares en las personas que las tengan, según una investigación realizada por científicos de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chicago, Illinois, Estados Unidos.
Esta variación vuelve a una persona más susceptible de sufrir asma, al incrementar una proteína (YKL-40) que es un importante marcador de esta enfermedad, así como de cánceres.
En cambio, una versión ligeramente diferente de esta misma variación genética genera una disminución de esta misma proteína, lo que tiene un efecto protector contra el asma, explicó la doctora Carole Ober, profesora de genética humana y principal autora del estudio.
Aunque el descubrimiento inicial fue producto de una pesquisa realizada a una población genéticamente aislada, los Hutterites en Dakota del Sur (oeste), estos investigadores pudieron confirmar los resultados en otros tres grupos de poblaciones caucásicas diferentes en Chicago (Illinois), Madisson (Wisconsin) y Freiberg, en Alemania.
«Todavía falta mucho por descubrir sobre esta relación, pero al menos ahora sabemos dónde buscar», indicó la doctora Ober, la cual asegura que en algunas personas, si se bloquea la proteína YKL-40 se podría reducir fuertemente la severidad del asma.
El asma es una enfermedad crónica pero tratable que provoca un cierre de las vías respiratorias, lo que dificulta la respiración, y a largo plazo puede ocasionar un serio deterioro del organismo.
Datos de la Iniciativa Mundial para el Asma (www.ginasthma.com), esta enfermedad es una de las afecciones más comunes a largo plazo, y los expertos calculan que podría afectar de manera crónica a unas 300 millones de personas en todo el mundo.
Los análisis hechos por especialistas y médicos revelan que se ha producido un crecimiento de quienes padecen asma en el mundo, aunque las causas de este incremento siguen siendo un misterio para la medicina.