A nombre de la Isla, el canciller Felipe Pérez Roque rechazó las mentiras del mandatario estadounidense. Saludó Evo desde el plenario a FidelNACIONES UNIDAS, septiembre 26.— Las verdades a Bush que las exigencias del protocolo obligaron a reducir el martes a un digno retiro de la sala y la corta pero contundente nota hecha circular por la representación cubana a la Asamblea General, llegaron al Palacio de la ONU este miércoles en la voz del canciller Felipe Pérez Roque.
«Hay un límite a la arrogancia y la hipocresía. Hay un límite a la mentira y el chantaje. Cuba rechaza y condena cada una de las mendaces palabras pronunciadas ayer por el presidente de Estados Unidos», señaló el Ministro.
Orador entre otros latinoamericanos de la segunda jornada dedicada a los altos dignatarios en la apertura del 62 período de sesiones, Pérez Roque señaló al jefe de la Casa Blanca por insultar y amenazar a una decena de naciones, impartir órdenes «terminante y autoritario» a la Asamblea General, y distribuir calificaciones y juicios sobre una veintena de países «con una prepotencia jamás vista en esta sala».
El presidente Bush no tiene autoridad moral ni credibilidad para juzgar a nadie y, en cambio, debería responder ante el mundo por sus crímenes, reiteró el Ministro cubano del Exterior luego de que, la víspera, el jefe de la Casa Blanca volcara su arrogancia contra la decena de países a los que amenazó, incluida Cuba.
El Canciller calificó la intervención de Bush como «un espectáculo bochornoso, el delirium tremens del gendarme mundial, la embriaguez del poder aderezada con toda la mediocridad y el cinismo de los que amenazan con guerras en las que saben que no se juegan su vida».
Las irreverentes palabras de Bush contra Cuba también fueron rebatidas por el presidente de Bolivia, Evo Morales, quien, durante un discurso en el que enalteció la cultura indígena a favor de la vida, el diálogo y la paz, envió un saludo al presidente Fidel, que «manda tropas para salvar vidas» y no para la guerra.
En declaraciones a la agencia AFP, el presidente ecuatoriano, Rafael Correa, expresó su respeto por Estados Unidos «como esperamos nos respeten a nosotros», pero se manifestó «decepcionado» por el discurso del presidente norteamericano. «Fue un ejemplo típico de unilateralismo desfasado. Fue terrible. Corrió una lista de malos alumnos, que el profesor tiene que corregir de acuerdo con su particular visión. ¿Quién lo nombró árbitro o policía del mundo? La doble moral es escandalosa».
Desde el podio, Correa dedicó su discurso a criticar la inequidad y la ineficacia de los organismos financieros que hundieron a muchos países con sus malas recetas y el neoliberalismo, y defendió el derecho humano no solo a subsistir, sino a una vida plena y con dignidad.
Falta la voluntad políticaLas demandas del mundo en desarrollo también llegaron en la voz del canciller Pérez Roque, vocero del Movimiento No Alineado por ser Cuba la presidente pro tempore de esa agrupación, a nombre de la cual exigió mayores recursos del mundo industrializado para acabar con la pobreza, el hambre y el subdesarrollo.
Lo que hace falta es la voluntad política, sobre todo de las naciones desarrolladas, que están más dedicadas a la industria de la guerra, aseveró.