El libro «Paraninfo, un magnicidio frustrado», de la periodista de la televisión Ivón Deulofeu, fue presentado este viernes en el Monte de las Banderas, en acto presidido por Julio Martínez Ramírez, primer secretario de la Unión de Jóvenes Comunistas.
El texto recoge una investigación acerca del frustrado plan de asesinato al Comandante en Jefe Fidel Castro, planificado para efectuarse el 16 de noviembre de 2000, durante la X Cumbre de Jefes de Estados, específicamente durante un acto de solidaridad con Cuba.
Juan Carlos Rodríguez, director de la Editorial Capitán San Luis, del Ministerio del Interior, explicó que el día de los hechos, el recinto de la universidad itsmeña, con capacidad para más de mil personas sentadas, estaba abarrotado de público que había asistido a conocer al Comandante.
«Según cálculos realizados —expresó— el C-4 que se iba a emplear en el crimen hubiera sido capaz de liquidar plenamente un kilómetro y medio de las edificaciones situadas a la redonda».
Carlos Zamora, quien era el embajador de Cuba en Panamá en aquel entonces, manifestó que el proceso judicial seguido en ese país contra Luis Posada Carriles y sus cómplices, fue un ejemplo de manipulación y parcialidad.
«A pesar de que fue en Miami donde se gestó todo, Estados Unidos no cooperó ni aportó ningún elemento. Sin embargo, tuvo su gente presente en el juicio para evitar que aquello se le fuese de las manos.
«Este caso puede comprenderse perfectamente a través del ojo sagaz e inteligente de este libro», concluyó.
En el acto estuvieron presentes Carlos Lage Codorniú y Patricia Flechilla, presidentes de la FEU y de la FEEM, respectivamente, y miembros del Comité Nacional de la UJC.
INDIGNACIÓN QUE ESTREMECEUn asesino a sueldo permanece impune; un terrorista anda suelto: Luis Posada Carriles, y a su mafioso padrino, al gobierno de Estados Unidos no le interesa hacer justicia, no así a los más de 300 artistas cubanos que se armaron la víspera de música y poesía para continuar enumerando sus horrendos crímenes, en la Tribuna Antiimperialista José Martí, donde tuvo lugar la Cantata Contra el Terrorismo y la Guerra.
«El manejo del caso Posada confirma la complicidad y los compromisos de la administración y la familia Bush con ese sujeto», denunciaba anoche Ana Victoria Casadesús Pazos, miembro del Comité Nacional de la Unión de Jóvenes Comunistas, organización que junto al Instituto Cubano de la Música convocaron la velada.
Miles de jóvenes llegaron hasta el escenario ubicado frente a la Oficina de Intereses, donde también se encontraba Julio Martínez Ramírez, primer secretario del Comité Nacional de la UJC, para unir sus voces a las de cantantes, instrumentistas, trovadores, raperos, roqueros, soneros, repentistas y actores para protestar ante tamaña infamia. Y es que como afirmaba Ana Victoria «no nos convocan odios ni fanatismos. Nos convoca el respeto a nuestros muertos y la verdad. Nos convoca el más elemental sentido de justicia».