Foto: Cesar Rodríguez Era una mañana cualquiera. En los pasillos y parques de la Universidad Agraria de La Habana (UNAH), los estudiantes conversan, ríen, leen un libro, hacen planes para el final de la jornada, o discuten sobre el último acontecimiento deportivo. Esperan el inicio de las clases.
Alguno de ellos quizá desliza una mirada furtiva a esa muchacha que le hace latir el corazón de manera acelerada, y a la que todavía no ha sido capaz de decirle cuánto la sueña; o en otro tal vez crece la preocupación por un próximo examen, para el cual cree no estar bien preparado.
«Me gusta ser estudiante; como muchos afirman esta etapa de la vida es la mejor. Hay preocupaciones y deberes, pero somos jóvenes y lo asumimos todo con mucho optimismo», dice Yanelis González, estudiante de segundo año de Licenciatura en Derecho, en la UNAH.
«Este es el momento de prepararme para el futuro como profesional, en la cultura, como persona y en el ámbito científico. También es una experiencia muy positiva ser miembro de la FEU, una organización con una historia tan rica que te enorgullece ser parte de ella.
«Cuando termine los estudios nunca voy a olvidar los amigos que encontré aquí, y tampoco a mis profesores Anays, Roque y Suero; ellos se han ganado nuestro respeto, y por eso es un honor estar entre sus alumnos».
DÍA MEMORABLEEn Checoslovaquia, el 17 de noviembre de 1941 las hordas fascistas asesinaron a nueve estudiantes y confinaron a 1 200 en campos de concentración, mientras eran cerradas las escuelas de Enseñanza Superior.
Luego de la derrota del fascismo, fue declarado Día Internacional del Estudiante, fecha que se celebra en casi todo el mundo. En Cuba logra un significado especial debido al protagonismo que tienen los jóvenes en el quehacer diario. Hoy será un día de fiesta, y también una jornada de compromiso, especialmente para el estudiantado universitario, que prepara su VII Congreso, y mucho más para la UNAH, que además celebra su aniversario 30.
Ser estudiante y además dirigente es un alto honor, un reto que me impongo cada día, afirmó Luis Alberto Pérez. Foto: Calixto N. Llanes Luis Alberto Pérez es delegado directo al VII Congreso por la UNAH. El año pasado fue presidente de la FEU de ese centro y ahora, que están en el proceso eleccionario, ha sido seleccionado presidente de su Facultad, donde cursa el quinto año de la Licenciatura en Estudios Socioculturales.
«Seré portador de las inquietudes de mis compañeros. No voy a hablar de problemas materiales, sino de cómo mejorar la organización, para que se mantenga en el lugar de vanguardia que siempre ha tenido.
«Ser estudiante y además dirigente es un alto honor, un reto que me impongo cada día, porque implica un sacrificio adicional y un compromiso con mis compañeros.
«Mi objetivo es graduarme y servir a mi país. Para eso tengo que seguir estudiando mucho, sin renunciar a ser joven. A mí me encantan los deportes —soy fanático al béisbol—, y también me gusta bailar.
«Mi meta es cumplir con los sueños que tengo desde niño. Siempre quise ser periodista; no pude obtener esa carrera, pero trabajaré en el campo de las Ciencias Sociales y estoy satisfecho».
SUEÑOS CUMPLIDOSOmar Rodríguez y Rubén Tamaño cursan el cuarto año de Licenciatura en Agronomía. A ellos los unen varias coincidencias: estar en la misma aula, tener 24 años y ser los primeros universitarios de sus familias e integrar el grupo de teatro humorístico El Lunar, de la UNAH.
«Desde que estaba en el “pre”, mi meta era llegar aquí. Mi sueño se cumplió, y ahora que me alisto como profesional me siento más preparado como persona, sobre todo porque he tenido la oportunidad de participar en las tareas sociales que la Revolución encomienda a los jóvenes», dice Omar.
«Desde que llegué a la Universidad he tenido muchos momentos lindos; por ejemplo, el recibimiento del primer día nunca lo olvidaré.
«En estos años he participado en diversas actividades políticas, recreativas, muchas de ellas con el grupo humorístico, lo que me ha permitido conocer otros lugares, como Pinar del Río y Matanzas. Eso ha sido lo mejor que me ha podido pasar».
Rubén, por su parte, asegura que además de El Lunar, otro desempeño trascendente es la participación en las competencias de voleibol. «Luchamos de manera amistosa, pero con amor, para defender la camiseta de la Facultad, del centro.
«Cada momento te llena de vida. La camaradería, las relaciones amistosas, las reuniones para estudiar. El intercambio es constante, las discusiones sobre temas de actualidad te nutren, te hacen reflexionar».
Cuando Maydel Martínez llegó a la UNAH no estaba muy convencida. Su anhelo era estudiar Historia y no pudo alcanzar esa carrera. En sus 18 años, su familia, toda de profesionales, le había inculcado que debía entrar a la Universidad; entonces matriculó Estudios Socioculturales.
«Estoy embullada con una serie de proyectos que estamos organizando en el centro, para darle animación a la vida universitaria. Entre estos, hacer un periódico y una revista estudiantiles, peñas musicales y cine-debate. Que nazcan y crezcan estas iniciativas depende de todos.
«Vine a probar suerte —confiesa—, pensaba cambiarme de carrera, pero ahora me quedo».