Los que soñamos por la oreja
Quienes me conocen, saben que desde muchacho tengo dos grandes pasiones: el rock y el béisbol. Nunca he dejado una de esas aficiones y hoy las continúo utilizando como materia prima en mi relación con la cultura y el entretenimiento. Por ello he disfrutado tanto de Pearl Jam: Let’s Play Two, CD y documental que no es solo un ineludible encuentro con una poderosa descarga de furia revestida de nostalgia por el grunge de los 90, sino un testimonio de amor por la pelota.
Eddie Vedder, quien sabiamente ha trascendido el cliché de cantante acelerado y símbolo generacional para devenir una de las legendarias voces en la historia del rock, desde pequeño ha sido admirador de los Chicago Cubs, equipo que en 2016 consiguió conquistar el título de la serie mundial de las Grandes Ligas, tras años de anhelar el galardón. Así, con dos conciertos en el enorme Wrigley Field, los de Pearl Jam rendían tributo en agosto de 2016 a la historia de una franquicia beisbolera que ha crecido durante los últimos 25 años de la misma forma y paralelamente a las aventuras de una banda que ha cautivado a millones de personas a partir del recordado Ten, de 1991.
El director del audiovisual es Danny Clinch, alguien muy asociado a la tropa encabezada por Eddie Vedder, pues ya les había filmado en ese excelente material de 2007 que resulta Immagine In Cornice, resumen de la gira italiana del grupo durante 2006. Fue Clinch el que configuró buena parte del programa del repertorio de los dos conciertos en el Wrigley Field, dada la cercanía y confianza que le tiene la banda.
Es importante resaltar que el CD publicado bajo el título de Let’s Play Two funciona independientemente del documental, o como dirían algunos «rockumental», recogiendo piezas interpretadas durante esas dos noches en la ciudad del viento, con la inclusión de All the way, el tema que Vedder compuso como homenaje a los Cubs y que se ha convertido en el himno identificativo del equipo.
Let’s Play Two es el primer fonograma oficial en vivo de Pearl Jam, desde Live On Ten Legs (1998). Cierto que al quinteto de Seattle le ha encantado siempre sacar discos en vivo y de ahí que muchos de sus conciertos han sido grabados y lanzados como producciones en directo. En ese sentido, habría que apuntar que sus producciones anteriores fueron constituidas a partir de tomas registradas en distintas fechas y escenarios, así como con variadas audiencias.
Por el contrario, los 17 cortes de Let’s Play Two están grabados en el mismo estadio y con un público muy similar entre ambas fechas. Creo que ello es un factor fundamental que propicia que el grupo suene más profundo que en sus anteriores álbumes en vivo, algo que se comprueba desde el primer tema musical Low light.
Como disco, una vez más se verifica la coherencia que durante los años de carrera ha signado el quehacer de Pearl Jam. Con enorme placer se dejan escuchar clásicos como la zeppeliniana Given to fly y la seminal Jeremy, que en las versiones aquí recogidas sorprenden por aceleradas. Igualmente Go, uno de mis temas favoritos de la banda, en esta ocasión asume una particular agresividad sonora, ideal para el deformado sentido de la melodía de Eddie Vedder.
En el fonograma se incluyen también piezas como Better man, Elderly woman behind the counter in a small town, Last exit, Lightning bolt, Black red yellow, Black, la mítica Corduroy, Inside job, I’ve got a feeling, Crazy Mary y Alive (que nunca falta en un concierto de la banda). Son interpretaciones que transmiten un espíritu de fuerza, de unidad y comunión entre los miembros del quinteto.
Con una tirada que abarca un DVD / Blu-Ray, CD y doble vinil, Let’s Play Two aparece en el mercado a través de Republic Records (Universal Music Group) y es de esos trabajos que sin la menor duda recomiendo tener en casa.