Los que soñamos por la oreja
Desde hace dos semanas, el disco que más escucho en casa es el álbum Señales, de M Alfonso, publicado como parte de un Digi Pack en el que también se incluye un DVD de dicha vocalista. Cuando tuve noticias acerca de la grabación de este material no imaginé ni por asomo el grato impacto que me causaría. De entrada tengo que decir que todavía hoy no sé en qué categoría ubicar el fonograma. Por supuesto que no se trata de imponerle límites y restricciones a la obra que nos propone M, ni de confinarla al reducido habitáculo de las definiciones. Para nada es esa mi intención, porque además soy consciente de la tendencia patológica del mercado a clasificar y etiquetar cada producto, acción característica de una cultura que, en tiempos de globalización, está estrechamente vinculada con el logo.
Mi preocupación por clasificar el tipo de trabajo recogido en este disco se relaciona con la existencia en el panorama sonoro de nuestra más reciente producción musical, de un creciente grupo de obras que han sido compuestas con principios, motivaciones y problemas morfológicos diferentes a los prevalecientes en otras zonas entre nuestros hacedores de música. Lo más fácil y socorrido sería apelar al vocablo fusión, pero me niego rotundamente a ello, porque su generalizado mal empleo ha desvirtuado hasta la saciedad el término.
Lo cierto es que en la ópera prima de M Alfonso hay temas con elementos de trip hop, algunos con mucha influencia del jazz (brillantes los solos de teclado a cargo de Alfredo Rodríguez), otros con el aire de lo que se conoce como soul europeo, y hasta algo de la psicodelia, pasando por los efluvios de la actual música electrónica, todo con miras a provocar sensaciones en el oyente. En semejante rarísimo coctel en el contexto de la escena cubana, una de las pocas cosas que me queda clara tras escuchar en repetidas ocasiones el fonograma es intuir que esta muchachita tiene que haber oído muchísimo a Bjork, porque se percibe que la buena onda de esa maravillosa intérprete, aquí ha sido sabiamente procesada.
Señales, primer corte del CD y el que le da nombre, es quizá el tema que más me recuerda el trabajo previo de M en su condición de integrante de Síntesis, en virtud del montaje de voces que la vocalista hace, y donde gracias a las posibilidades técnicas del estudio de grabación, ella superpone su propia voz en varias tomas para hacerse los coros de la pieza. Sigue a continuación Pasó, ejemplo de ese soul europeo al que me refería con anterioridad y que asume sus específicas particularidades que lo diferencian del clásico estilo estadounidense.
Por su parte, Unlonely me resulta uno de los momentos de mayor impacto del álbum. Esta es una excelente pieza que fue compuesta por Carlos Alfonso en coautoría con Montell Jordan y James Slater en 1999, durante aquella semana de intercambio entre músicos cubanos y estadounidenses como parte del llamado Music Bridge. Ahora M recupera la canción y nos ofrece una versión donde sobresale la entrega y el groove que pone al cantarla.
Prosigue la grabación con Like a butterfly, Cuando ya no respondes —interesantísima labor con elementos del flamenco y de la world music—, para llegar a Had to, otro de los momentos de mayor esplendor de todo el trabajo. Con Yusa como invitada en el corte, el mismo es uno de los más apropiados para poder valorar a plenitud las posibilidades interpretativas de M como cantante. Free yourself me corrobora en lo concerniente a la asimilación que la vocalista ha sabido hacer del espíritu y la atmósfera de mucho de la mejor música popular urbana europea de nuestros días y que, lamentablemente, no circula por acá como uno quisiera.
Me perdí otra vez y Ángel cierran el CD, que tiene en el baterista Michael Olivera a un excelente productor debutante, verdadera revelación en dicho sentido. El disco, que tiene la virtud de evidenciar que M Alfonso sí sabe lo que quiere, también demuestra que cierta zona de nuestra música ya se ha librado del exceso de localismo que ha sufrido la producción artístico- literaria nacional, para apostar por una propuesta que sigue siendo cubana pero a la vez aspira a ser más universal.