Las tres del domingo
Muska está decidida a ser mamá y ante las adversidades decidió optar por la adopción. Para esta gata rusa nada es imposible, ni siquiera las diferencias físicas que supone tener como hijos a ocho pequeños erizos.
Así lo narraron los cuidadores del Zoológico de Sadgorod, en Vladivostock, zona oriental de Rusia, quienes aseguraron que gracias a la tierna felina los ocho huerfanitos sobrevivieron y viven felices con su «mamá», aunque ocasionalmente la lastimen con sus pequeños pinchitos.