Frente al espejo
Excelente y necesario comentario Doctora. (El gato con botas, Graziella Pogolotti, 23 de enero de 2016). Siempre me fascinaron estas historias y fábulas, de niño, de adolescente, y ahora de adulto. Y en cada una de esas etapas la lectura que uno hace de la historia es distinta. Efectivamente, muchas de las historias que hoy asumimos como historias para infantes, son en realidad antiguas fábulas del folclor popular, cuya moraleja iba directamente dirigida a los adultos en su lucha con los dilemas terrenales. De hecho, El gato con botas está basado en una vieja fábula europea, cuyo primer registro escrito se encuentra en los escritos de Straparola y Basile en el siglo XVI y principios del XVII, respectivamente. En realidad, se sabe que en el Panchatantra, un texto hindú del siglo III antes de nuestra era, donde se compilan diferentes fábulas de animales, se recoge una historia de características similares. La exitosa versión de Perrault data de finales del XVII. El centro de la fábula puede ser visto como el poder de la inteligencia para alcanzar los propios objetivos, pero, en realidad, sobre todo en la versión de Perrault, la verdadera protagonista de la historia es la aceptación tácita de los medios fraudulentos con los cuales el gato ayuda a su amo a obtener sus objetivos. El gato con botas es en realidad un artista de la simulación, de la estafa. Alguien que ha puesto todo su talento retórico y capacidad persuasiva en función de obtener poder y riqueza, sin importar la cualidad ética de sus enunciados, y por tanto, las consecuencias para otros… Los cubanos debemos entrenarnos en estos quehaceres pues, casi siempre, ese sustrato viene bien escondido… Hay que mostrarles a los jóvenes que la historia muestra que hay mecanismos que son más legítimos que otros, y esta es una historia de discusión, de debate y de rebeldía.(…) No se debe aceptar nada sin saber las premisas, el punto de referencia. Es como comerse una comida de dudoso origen. (…) Es importante que aprendamos a separar lo útil de lo que nos quieren imponer, y esto se hace, efectivamente Doctora, construyendo nuestras propias premisas existenciales, nuestros propios saberes, nuestra propia ideología. Este será nuestro instrumento emancipatorio en esta nueva etapa... (Andrés)