Frente al espejo
La agricultura demanda muchos poquitos (Agricultura cubana: soltar las amarras de la obsolescencia, Marianela Martín González, 3 de mayo) y dentro de los más importantes está el hombre de campo, ese hombre que le amanece y oscurece lidiando con los animales y las plantas, pero sobre todas las cosas, lo importante es que tenga conocimientos y recursos tecnológicos de avanzada. Los bueyes y el carretón deben perdurar como objetos museables, aunque su necesaria utilidad en determinados lugares demore en jubilarlos. Es muy alentador todo lo narrado por Rigoberto Muñoz y lo que se espera de este gigante sector que es el pedestal de la economía cubana, pero se requiere de un estudio pormenorizado, multifactorial y jurídico en cada municipio, que comprometa el avance de los renglones productivos acorde al territorio, como estrategia de defensa y solución para la alimentación del pueblo, unido a la sustitución de importaciones (...) (Nébuc)
Pienso que la solución de la agricultura es la atención al productor, darle en tiempo los insumos a precios módicos, tecnología (tractores, camiones, implementos agrícolas con poca depreciación o arrendados con bajas tasas o vendérselos con créditos a largo plazo, y los impuestos los mínimos posibles, hasta que tengamos los frijoles para escoger en nuestra mesa con la cantidad y calidad deseadas y con el precio asequible. Solo así podemos estimular a los productores; solo así tendremos agricultura fortalecida, próspera y sostenible y con nuestros recursos humanos que no hay que importarlos y es lo fundamental. (Odlene)