Frente al espejo
Excelente artículo, Liudmila (La mala educación, Liudmila Peña Herrera, 2 de enero), pero ahora me pregunto qué piensas hacer con el susodicho cobrador. No digo que despiertes al animalito gruñón que todos llevamos dentro, pero al menos debes saludar al hombre del que hablas en el comentario, preguntarle calmadamente por qué esa manera descompuesta de llamar a la puerta, que debe entender que en las viviendas hay niños pequeños, ancianos u obreros que trabajan en turno de noche y que los puede despertar; en fin, hacer un esfuerzo de «reeducación», pero si él sigue en sus trece o te responde de manera descompuesta, hay que ponerlo en su lugar. (Adalberto)
Cuánto de valor llega en su mensaje: es a veces difícil comprender que en una sociedad donde todos tenemos igualdad de derecho a la educación gratuita y con calidad, ocurran hechos de esta naturaleza. Hay que educar desde la temprana edad, pero para aquellos que no les gustaban las escuelas, o mejor dicho, no aprendieron a comportarse y respetar a los demás, apliquémosles lo que establecen las leyes. Protejamos al ciudadano de tantas insensibilidades… (Frankaz)