Frente al espejo
«Deseo reconocer el trabajo titulado La decisión de Raquel (I) (José Alejandro Rodríguez, Alina Perera Robbio y Kaloian Santos Cabrera, 3 de mayo), el cual nos demuestra que una historia tan humana solo puede llegar al corazón cuando la escriben periodistas extraordinarios, que apelan a la sensibilidad. Mi reconocimiento a Raquel —una mujer valiente que enseña que se pueden dar muchas lecciones en la vida, que siempre estaremos aprendiendo— y, por supuesto, al equipo de reporteros. Especialmente a José Alejandro, que participó en un reciente encuentro con nosotros y que imparte en cada trabajo una verdadera clase magistral». (Rubiel de la Cruz Rabí, estudiante de Periodismo de la Universidad de Holguín)
«Acabo de leer el homenaje o reconocimiento que hacen a la salud pública cubana, nuestra salud pública, a través de La decisión de Raquel. Dos cosas me parecieron importantes: la voluntad de ella para salvar la vida de su hermana entregándole parte de su cuerpo y la actitud de nuestro personal médico y paramédico por salvar vidas, aunque pasen tantas dificultades y carencias como la mayoría de nuestro pueblo. De mi parte, el reconocimiento también para ustedes, por mostrar al mundo lo que aquí se hace de manera gratuita. Felicitaciones, además, por la calidad de su pagina web y periódico». (María Caridad Claro)
«Leí su comentario Asignatura pendiente (Juan Morales Agüero, 19 de abril). Se siente una especie de regocijo cuando nuestra prensa aborda ciertos temas traumáticos, específicamente en la educación, debido a que esta es pilar fundamental en el futuro de la Revolución.
«Sin menospreciar su buen trabajo, quisiera transmitirle esta inquietud: en primer lugar, el desconocimiento de la Historia de Cuba se extiende a muchísimos especialistas de las llamadas Ciencias Exactas e Ingenierías, y aqueja, aunque en menor medida, a graduados provenientes de las Ciencias Sociales. Mi experiencia de más de veinte años en Educación Superior me permite hacer esta aseveración.
«En segundo lugar, relacionado con la historia local, me ha asombrado la enorme cantidad de trabajos que los profesores de Enseñanza Media envían a realizar a sus estudiantes. Ello parece razonable y estimulante pero, ¿realmente los investigadores regionales han podido, al menos, publicar el resultado de investigaciones llevadas a cabo al respecto? Como participante de varios Congresos provinciales y dos nacionales de Historia, además de otros regionales, le aseguro que en las relatorías de casi todos, para no pecar de absoluto, no deja de plantearse esta limitación...
«Quisiera añadir otro problema que adquiere dimensiones preocupantes: me refiero a las pésimas condiciones de redacción, ortografía y estilo con que se gradúan especialistas de nivel superior. Realicé un estudio personal vinculado a ello y pude apreciar que estos comienzan a acentuarse, fundamentalmente, cuando inician los estudios en la enseñanza media, se arrastran de manera “inexplicable”. Recuerdo que en los años 80 del pasado siglo, todos los estudiantes que ingresábamos en las universidades recibíamos en el primer año una asignatura llamada Redacción y Composición, que nos ayudaba a consolidar lo recibido en todo el período precedente. Aun así, tuvimos algún que otro “gazapo” en nuestras escrituras. ¿Por qué se eliminó una asignatura tan importante de los planes de estudio del nivel superior? Los exámenes de ingreso han demostrado que no siempre son un buen reflejo de la realidad.» (Máster en Ciencias Reynaldo Cruz Ruiz, investigador, Oficina del Historiador de la Ciudad, Santiago de Cuba)
«Felicito a este diario, que se distingue por sus magníficos comentarios. Los trabajos Cerveza, pollo y “perreo” y Asignatura pendiente (Julio Martínez Molina y Juan Morales Agüero, 19 de abril) llaman la atención sobre la importancia de que padres, maestros y organizaciones hagamos un esfuerzo adicional para que nuestra historia patria y los que la han hecho posible día a día —en muchas ocasiones ofreciendo su vida— sean reconocidos como los responsables de los bienes que disfrutamos en nuestro país, y no copiemos las cuestiones negativas, aparentemente inofensivas pero que tanto daño nos hacen desvirtuando nuestra cultura. Como se señala en ambos trabajos, hay personas dejándose envolver por esa maquinaria de fabricar conductas, para que no pensemos con nuestra propia cabeza y valoremos las cosas que son realmente productivas para el bienestar humano». (Doctor Selman)
«Estimado Ciro Bianchi Ross: Con un gran respeto y admiración le saludo en nombre de los cubanos amantes de la Historia, y que disfrutamos su gran dedicación y entrega a la hermosa tarea de educar a las nuevas generaciones en su modesto aporte investigativo desde las páginas dominicales de Juventud Rebelde. En las clases de Historia de Cuba, Historia General y Comunicación y Sociedad Cubana que imparto en la Sede Universitaria Municipal de Alquízar, adscrita a la Universidad Agraria de La Habana, utilizo con mucha frecuencia sus artículos y siempre estimulo a mis estudiantes a que investiguen y busquen sus crónicas históricas y costumbristas para elevar su nivel cultural y despertar en ellos la pasión de la lectura que prendió en mí desde que era niño (...).
«Le recomiendo que no desmaye en su empeño por dotarnos de trincheras de ideas para seguir defendiendo nuestra Revolución a través de la enseñanza y la batalla por elevar la cultura general integral». (Ricardo López Ledón, San Antonio de los Baños)
«Estimado Osviel: Estamos coincidiendo en más de un asunto, a pesar de nuestra diferencia de edades. Leí su comentario El ladrón y la palabra (Osviel Castro Medel, 19 de abril). Una vez más lo felicito y compruebo que tiene los pies bien puestos en nuestras realidades, tratándolas con valentía, profesionalidad y con una óptica con la cual concuerdo totalmente. Me alegra conocer que periodistas jóvenes y capaces como usted se sientan comprometidos con temas aparentemente pasados de moda, pero cuya vigencia debemos relanzar por el bien de nuestra sociedad». (Orlando E. Izquierdo Pujadas)
«Compañera y hermana cubana Alina Perera Robbio: Reciba una felicitación por la crónica La esencia maciza, sin empates (2 de mayo), relativa a la fiesta nacional con motivo del Día Internacional de los Trabajadores, el pasado 1ro. de Mayo, donde el pueblo cubano y varias delegaciones internacionales de dirigentes sindicales y personas solidarias con la Revolución celebraron esa fecha histórica (...). Considero a Cuba mi segunda patria y orgullosamente me considero cubano como el que más (...). Cuando visite nuevamente esa querida tierra, la primera actividad que realizaré al bajar del avión será besar su suelo». (Marcelino Gil García, abogado mexicano)