Frente al espejo
«Con agrado recibí su hermoso trabajo titulado Abrazos en salmuera (José Aurelio Paz, 12 de octubre). Los huracanes dejaron una estela de destrucción y dolor inimaginables, es cierto, pero como bien dice usted, ahora son necesarios los abrazos y también las palabras de aliento. Cada cubano debe hacer suyo el dolor del compatriota triste por la pérdida de su casa o sus bienes preciados; y, al igual que dice Galeano, hacer de un abrazo ese lugar de refugio, consuelo y deseos grandes de salir adelante. Gracias por tan bello comentario». (Rafael Rodríguez Frías, estudiante de Comunicación Social)
«Estimado Luis: Leí con deleite tu oportuno comentario (Ahtisaari, el Nobel, Luis Luque Álvarez, 12 de octubre). Es realmente bueno, sabroso; y su razonamiento, inapelable y mordaz. El día que la Asamblea General de Naciones Unidas aprobó la resolución propuesta por Serbia para consultar a la Corte sobre si es legal o no la autoproclamada independencia de Kosovo, acción jurídica que supuestamente los serbios pensaban que tendría un efecto inmediato para que los demás estados de Naciones Unidas, que aún no han reconocido Kosovo, esperaran el dictamen para decidir si ceden o no a las presiones de EE.UU. —con el entusiasta apoyo de Gran Bretaña—, se produjeron simultáneamente cuatros sospechosos hechos atiborrados de malévola intención imperial que golpearon la victoria diplomática serbia: el reconocimiento de Kosovo por Portugal, país integrante de la Unión Europea y la OTAN; el reconocimiento por Macedonia, ex república yugoslava y ahora en el epicentro del conflicto; el reconocimiento por Montenegro, integrante hasta hace poco más de un año de la Comunidad Estatal Serbo Montenegrina y el país balcánico más estrechamente vinculado con Serbia...; y la entrega del Premio Nobel al finlandés, que de manera magistral tú reseñas. Así es el mundo de hoy, siempre las casualidades golpean a los más débiles». (J. C. Cancio Ferrer, embajador de Cuba en Serbia)
«Soy un joven abogado que a diario trato de hacerme del JR y busco con ansias recurrentes cada crónica suya (Ciro Bianchi Ross, página de Lectura dominical). Tuve la oportunidad de verle en Privadamente Público, espacio que agradecí mucho, pues fue usted muy sincero y nos dejó ver gran parte del Ciro cotidiano. Ud. manifestó ser alguien accesible. Bueno, lo cierto es que abusando de sus palabras quisiera que me enviara o publicara alguna crónica referente a ese ladronzuelo de la parte oriental del país que en la Cuba neocolonial apodaron como el Águila Negra». (Eider Matos Calzadilla, asesor jurídico)
«Soy estudiante de 3er. año de Comunicación Social de la Universidad de Oriente, en Santiago de Cuba, y vivo en la ciudad más antigua y bella de Cuba, Baracoa. Pienso que este periódico es genial no solo por los temas que propone sino por la manera tan diferente que tiene de tratarlos. Por esa razón ha calado tan hondo en la juventud cubana. Sigan con ese excelente trabajo, que lo agradeceremos siempre. Continúen tratando de habitar donde el silencio edifica lo vacío, pero no duden ni un segundo, pues deberán seguir haciéndolo de muy buena fe». (Ailin Savón Machado)
«Soy profesora de la Facultad de Cultura Física y desde mi tiempo de estudiante colecciono la sección Tecla Ocurrente (Guillermo Cabrera Álvarez, jueves), hoy Tecla del Duende (también los jueves), y me parece que sus propuestas son interesantes y agradables para todos los que creemos que engrandecer el espíritu y el alma es importante en un mundo con tantos desequilibrios y problemas. Estoy interesada en saber la dirección electrónica de tecleros que deseen comunicarse con una amiga de la ciudad de los coches». (Yaquelyn de Ávila Martínez)