Acuse de recibo
El 24 de noviembre de 2023, y desde el municipio capitalino de Centro Habana, Hilda Trujillo Baltar refería aquí que es tradicional cliente del gas licuado (de balita) en ese territorio, donde predomina el manufacturado (de la calle). Y alertaba que se erradicó el servicio puerta a puerta, mediante el cual la empresa lo llevaba a los minoritarios clientes que no tenían el manufacturado.
Explicaba Hilda que es impedida física, y se le hacía muy difícil trasladarse tan lejos a adquirir la bala. Y consideraba que quienes adoptaron la medida, no pensaron en personas vulnerables como ella. Intentó que la Empresa de Gas manufacturado le instalara el servicio de la calle, y le plantearon que no hay materiales para ejecutar esos trabajos. «¿Qué nos hacemos los clientes como yo?», cuestionaba.
Muy atrasada, el pasado 11 de abril llegó la respuesta al respecto de Sara Cecilis Puig Ortiz, directora general de la Empresa de Gas Licuado. Y la publicamos aun así, porque trae al final una buena nueva.
Explica que en Centro Habana, mayoritariamente beneficiaria del gas manufacturado, apenas hay unos 170 clientes dispersos del licuado, que no tienen la posibilidad de adquirirlo en un punto de venta cercano , como en otros municipios de la capital.
Y la modalidad de distribución puerta a puerta, añade, requiere de un equipo automotor con disposición de cilindros de diez y 45 kilogramos en diferentes momentos, sin cubrir la demanda de ese total de núcleos.
«No obstante, afirma, se evaluó el tema y se resolvió cumplir con nuestros clientes llevando el servicio previamente solicitado desde la oficina comercial a través del camión de servicios mecánicos del municipio».
Declara con razón la queja, y comunica a los clientes de esa entidad que, ante cualquier preocupación o inquietud sobre el servicio, contacte de inmediato con el Grupo de Atención al Cliente de esa empresa, que labora de lunes a viernes de 8:00 a.m. a 5:00 p.m., por los teléfonos 78643289 y 78635444, en Águila 711, entre Monte y Estrella, Centro Habana.
Además, pueden contactar por el correo aclientes@glp.cupet.cu, y por medio de los perfiles institucionales de la entidad en facebook.com/Empresa.GLP, o suscribirse a al canal de Telegram: https://t.me/egaslicuaddo y en la red social X (antes Twitter), como @GLP_Habana.
Ignacio Pino Ravelo (Avenida 20 de Mayo No. 525, Edificio Granma 1, apto. 10-C, Cerro, La Habana) elogia la decisión de vincular a cada una de las bodegas en la capital con sus núcleos familiares a la compra organizada y controlada de los productos alimenticios, de aseo y cigarros en las unidades comerciales de TRD y Cimex, ante la situación que se fue agravando con los coleros y revendedores.
Pero el remitente observa que, al menos en su consejo popular Latinoamericano, existe un contraste entre lo que venden las unidades comerciales de Tiendas Caribe y las de Cimex para desventaja de estas últimas, en cuanto a surtido del módulo indicado.
Y lo ejemplifica con la tienda El Latinito, de TRD, a solo cien metros de El Latino, de Cimex, donde compra su núcleo familiar.
Refiere que él, junto a la delegada del Poder Popular en la circunscripción, Yolanda Valdés, a inicios de aplicado el sistema solicitaron una reunión en el Gobierno del Cerro, ante esas irregularidades.
«Allí, manifiesta, hablaron y anotaron, pero nada resolvieron. Dijeron solo que eran tiendas de dos cadenas distintas».
Posteriormente ambos se reunieron con la funcionaria Yuderkis, del Gobierno municipal: «Hizo gestiones telefónicas, nos dio un magnífico trato, pero todo sigue igual».
Y muy recientemente Ignacio evacuó sus inquietudes con el nuevo gerente de El Latino: «Me atendió correctamente. Hizo una llamada por su móvil, y no sé qué pasará».
Consciente de que el nuevo sistema de venta controlada se creó para que lo poco que hay al menos se distribuya lo más equitativamente posible, Ignacio solicita que se atienda esa situación tan contrastante, que puede estar repitiéndose en otras partes.