Acuse de recibo
Con 76 años, delicados problemas de salud y aún siendo profesora de la Universidad de Ciencias Médicas, Virgen María Pérez Montañez denuncia la deprimente situación que enfrenta en la ciudadela donde vive, en la calle Enamorados, No. 312, apto. 9, entre Durege y San Julio, Tamarindo, en el municipio capitalino de Diez de Octubre.
«Mi apartamento, manifiesta, se está llenando de aguas albañales hace dos años, pero en los últimos 15 días se ha agudizado. Estoy desesperada, porque he contraído hongos y hasta me he caído debido a las aguas albañales.
«He agotado todas las vías y entidades pertinentes. Mi problema lo conocen las autoridades municipales, provinciales y nacionales, sin respuesta favorable. Necesito ayuda urgente. Estoy expuesta porque la contaminación es muy profunda y soy vulnerable además», concluye.
Los que conocen lo que representa el parque central de un pueblo, como el corazón de la vida colectiva de esa población, pueden valorar la importancia de la inquietud de José Guzmán Barreto Hernández desde la histórica y serrana localidad de Guisa, en la provincia de Granma, en torno al parque Calixto García Íñiguez, que es el centro de la vida política, económica y cultural de ese pueblo.
José, quien reside en la calle Víctor Ramos, No. 69-B, entre Maceo y Van Troi, en Guisa, describe primero la imagen positiva y edificante durante el día de ese parque, rodeado del Gobierno municipal, la Iglesia, dos restaurantes, tiendas, Banco Popular de Ahorro, complejo gastronómico, la casa de cultura, la plaza donde se celebran los actos y espectáculos culturales, el Piano Bar, el Café Serrano, El Bodegón y la unidad de Correos de Cuba.
«Con la luz solar, manifiesta, es ejemplo de limpieza, organización y mantenimiento ornamental; por lo que aprovecho para reconocer el trabajo de trabajadores y directivos de Servicios Comunales.
«Y cuando llega la noche, señala, es motivo de indignación y desconsuelo; se convierte en una boca de lobo. La oscuridad borra todo vestigio de luz. De las 20 luminarias que forman la estructura eléctrica de la instalación, ninguna tiene bombillo.
«Hago esta reflexión para ver si alguien se conmueve y podemos destinar del presupuesto del municipio lo necesario para alumbrar nuestro querido parque.
«Estoy seguro de que, al igual que hizo Fidel Castro Ruz el 30 de noviembre de 1958 durante los diez días de la batalla por Guisa, que con su victoria iluminó y sacó de las penumbras a este pueblo, nuestros dirigentes multiplicarán por dos bombillas cada día de aquella batalla y alumbrarán y sacarán de esta penumbra a este lugar tan emblemático de nuestro municipio. Estoy seguro de que sí se puede», termina.
Por otra parte, insisto en que siguen llegando a nuestra Redacción cartas muy someras, que contienen apenas quejas súbitas, sin todos los elementos, y para colmo sin el nombre y apellidos de quien escribe, ni su dirección particular. Así no podemos atender los asuntos que esos remitentes nos envían.