Acuse de recibo
El pasado 21 de enero, desde la Ciudad Nuclear, en Cienfuegos, Esmeidys Álvarez Coguay denunció que desde antes del fin de año de 2020 no había agua allí; y en lo transcurrido de 2021 solo había llegado dos veces, y no para todos. Para que la reciban, añadía, hay que bombear dos días consecutivos. Y en las dos mencionadas ocasiones de enero, fue un solo día y muy poca.
Y sin una información oficial, decía, había rumores de que las bombas de la potabilizadora que impulsan el agua se quemaron y se enviaron a Mayabeque. Sin agua, en ciertos casos ni para tomar. Y sin pipas, cargando el agua de cisternas en desuso, destapadas y fuera del cuidado de un responsable. Las personas introducían en ellas cualquier vasija. Y alertaba de la posibilidad de un brote diarreico, dermatológico y quién sabe cuánta enfermedad.
«Los vecinos no han dejado de denunciar esta situación a todas las instancias, decía. Cuando nos remiten al puesto de mando nos dicen que ahorremos. ¿Ahorrar qué si no hay? O que una pipa enviarán para llenar las cisternas de los círculos, panaderías y escuelas. ¿Y la población?
«No se ha enfrentado con energía. Es serio el problema. ¿Qué hacemos? ¿Habrá que evacuarnos por insalubridad? Las instancias inmediatas superiores no dan respuesta, ni sabemos las acciones que se acometen», concluye.
Al respecto, responde el Equipo de Comunicación de la Asamblea Municipal del Poder Popular en Cienfuegos, pero nadie suscribe la carta con su nombre y su cargo. En el texto se expresa que para la atención al caso se tramitó con Yensy Guedes Díaz, coordinador de Programas y Objetivos del Consejo de la Administración Municipal, que atiende la esfera de Servicios Básicos, y con la Dirección Municipal de Acueducto.
Refieren que es cierto lo dicho por Esmeidys sobre el abasto de agua. Que ese consejo popular estuvo afectado por varias semanas. Explican que la fuente de abasto está a más de 20 kilómetros. El líquido es impulsado por tres motores desde la presa Damují hasta la planta potabilizadora, sita en Bolivia, donde hay un nivel de almacenamiento de agua que es tratado y bombeado hasta un tanque ubicado en el propio Consejo.
Y allí, por horarios diferenciados, se abastece de agua a la Ciudad Nuclear y a los barrios La Loma, El Perché y el Castillo de Jagua. En el caso de la Ciudad Nuclear, a través de un tanque de los llamados hongos, que a su vez está sectorizado en tres áreas de abasto.
Y llegan al fin a la causa: la rotura simultánea de los tres motores de la presa Damují, perteneciente a la Organización Superior de Dirección Empresarial (OSDE) de Aprovechamiento Hidráulico. Para solucionar el problema, añaden, se hicieron varias coordinaciones a nivel provincial, pero no fue posible la solución al ciento por ciento, hasta tanto la OSDE pudo enrollar en algunos casos o sustituir, en otros, dichos motores.
«Para paliar la situación, refieren, en tres ocasiones se desvió el agua de una parte de la ciudad y de casi toda la zona industrial a través de un ramal para emergencias, lo que provocó también un desabastecimiento de agua en el municipio, y hubo que asumir con pipas, teniendo en cuenta también una crítica situación con el diésel en una Empresa de Acueducto y Alcantarillados que recibió solo el 18% de su plan previsto para el mes. Afortunadamente hoy esta situación está resuelta y el abasto es estable en este Consejo Popular».
Agradezco la respuesta, la explicación correspondiente y la solución al fin del grave asunto que afectaba a esa comunidad. Lo que sí no se responde es el por qué falló la información a los pobladores de las causas del problema y lo que se iba haciendo para resolverlo, al extremo de que Esmeidys tuviera que carenar en esta sección. La comunicación e información institucional sistemática y transparente a la ciudadanía es el mejor antídoto contra la incertidumbre y los negativos estados de opinión.