Acuse de recibo
«Entonces, ¿a quién se le puede creer?», expresa Alfredo Guerra López bastante confundido, ante un fenómeno insólito: las divergentes posiciones y respuestas de dos instancias de una misma entidad.
Alfredo, quien reside en calle 18, No. 5, entre 13 y 15, en el reparto Antonio Guiteras de la ciudad de Bayamo, cuenta que el 12 de abril pasado se produjeron varias interrupciones de voltaje en el servicio eléctrico en su zona, lo que provocó daños en su refrigerador.
Al otro día, él reclamó ante el departamento de Atención a la Población de la UEB eléctrica municipal. Y a la semana siguiente enviaron un especialista, quien revisó el equipo y afirmó que fue dañado por las afectaciones eléctricas registradas el día 12, entre las 16:52 y las 17:48 p.m.
El 30 de abril Alfredo fue citado en la UEB, y allí le explicaron que el suceso se provocó por un incendio forestal ocurrido frente a la subestación Bayamo 220 kW, lo que provocó un sobrecalentamiento en las líneas.
Basado en ese dictamen, Alfredo hizo su reclamación ante la Empresa Eléctrica provincial, que envió una comisión al sitio. Y la respuesta final declaró «Sin lugar» su demanda, basándose en que ese día no hubo tales afectaciones.
«Lo cierto, dice Alfredo, es que el refrigerador se rompió, y en la casa hay un niño de 18 meses. Gracias a los vecinos guardamos la leche y las compotas para él. No obstante, se nos echan a perder alimentos y las medicinas que tienen que estar a ciertas temperaturas.
«Esto se puede comprobar con las dos respuestas de los compañeros de la UEB Bayamo y de la Empresa Eléctrica. No estoy pidiendo nada imposible, solo el arreglo de mi refrigerador para atender a mi familia», concluye.
El pasado 7 de julio, y desde el Casino Deportivo, en la capital, Fernando Perera Cumerma denunció que la farmacia de la esquina de 4ta. y 5ta., en ese reparto, hacía más de cuatro meses que tenía clausurada la entrada de agua. El asunto era que el agua de la farmacia anegaba un apartamento contiguo. Y tras gestiones de la vecina y de la administradora, la Empresa Provincial de Suministros Médicos envió unos plomeros que supuestamente resolvieron el problema, después de varios intentos. ¿Cómo? Dejando seco el establecimiento.
Fernando intentó informar el problema al gobierno municipal a través de su dirección de correo digital, pero los mensajes rebotaban. La página web no se actualizaba desde 2018, según se informaba en ella.
«Este es un ejemplo de desidia, insensibilidad e irresponsabilidad, que hace oídos sordos a los reiterados llamados de nuestro Presidente y del Consejo de Defensa Provincial de la capital. ¿Cuándo se resolverá el problema? ¿Hasta cuándo los vecinos tendremos que asumir lo que no nos toca? Esperamos que la respuesta no sea la decisión de cerrar la farmacia?», concluía.
Al respecto, responde Dianelys Ondina Ávalo Fernández, directora general de la Empresa Provincial de Farmacias, que en esa entidad se creó una comisión para investigar el asunto: se entrevistó a Fernando, a la vecina afectada y a otra más, a la administradora de la farmacia y a un representante de Abastecimiento Técnico Material de la Unidad Básica de Farmacias de Diez de Octubre. Y se revisaron las acciones realizadas por esta última.
Se confirmó, añade, que desde febrero se presentó la tupición que afectó la vivienda aledaña, la cual se reparó por la Unidad Básica. Pero a los 20 días, al volver a ocurrir, se clausuró la entrada de agua solo para la farmacia, por continuar la afectación a la vecina.
Se trata, explica, de tuberías de muchos años, de cobre. Y la vecina afectada refirió que, ante la afectación a la farmacia, de conjunto con la Unidad Básica se convenió por ambas partes buscarle solución inmediata desde su casa, lo que se ha ejecutado a través de una manguera desde su patio, hasta que se resuelvan los materiales que faltan.
La vecina manifestó no existir ningún tipo de problema, pues ha contribuido a que la farmacia haya tenido el servicio de agua.
Señala Dianelys que para ejecutar el trabajo pendiente se requieren recursos materiales con los que no contaba la empresa. Esos recursos, aclara, se han estado gestionando, pero todo se enlenteció por la situación epidemiológica. Ya actualmente cuentan con la mayoría de los materiales para iniciar la obra.