Acuse de recibo
Son públicos los argumentos dados por directivos de Cimex y la Cadena Caribe sobre irregularidades registradas en el comercio virtual tan necesario en tiempos de pandemia: No se previó una demanda tan elevada, hay problemas de organización que se están ajustando, se trabaja por agilizar y revertir la situación… Lo que sí no es entendible para los clientes es la falta de comunicación con ellos, quienes, lógicamente, permanecen en un compás de espera y en la incertidumbre.
Gladys Rafuls Rafuls (San Lázaro 459, entre Dolores y Tejar, 10 de Octubre, La Habana) cuenta que el pasado 29 de abril realizó una compra virtual en la tienda de Cuatro Caminos con la orden N4C829E4FCD85329; y el 7 de mayo hizo otra allí mismo con la orden N4C829E501B52314. Se les hizo inmediatamente el descuento de su tarjeta, pero no han recibido ninguno de los dos envíos.
Lo peor, según Gladys, es que ha enviado cuatro mensajes a la dirección electrónica que se difundió: atencionalcliente@cimex.cu, y no ha recibido todavía una mínima respuesta. Y en cuanto al teléfono brindado para contactar, el 78241182, es imposible comunicar a cualquier hora del día y de la noche. «Hemos recibido el silencio como respuesta», enfatiza la señora.
Precisa Gladys que acudieron a esa modalidad de comercio, precisamente porque están aislados ellos dos solos en su vivienda: ella, con 67 años y una enfermedad pulmonar obstructiva crónica; él con 71 e hipertensión arterial.
«Desde el pasado 29 de abril realicé y pagué una compra virtual en Cuatro Caminos y aún no he recibido la mercancía ni me han dado razón alguna».
Ellos pueden entender que haya demoras por la acumulación de pedidos, pero no que los desconozcan como clientes sin más ni más, como si no tuvieran que explicarles, darles una esperanza y disculparse por la morosidad.
Por su parte Silvia María Alonso Brizuela (Esperanza 160, bajos, entre San Quintín y San Gabriel, Cerro, La Habana) realizó una compra virtual el pasado 29 de abril en la misma tienda de Cuatro Caminos, y aún no ha recibido la mercancía. Pero tampoco una explicación.
Ha escrito a la dirección electrónica que ponen en la página web y a Atención al Cliente de Cimex, igualmente sin recibir respuesta. Y por el teléfono que ofrecen, nunca responden.
Inés Amanda Álvarez Barriales (Dolores, No. 64 A-1, entre Delicias y Buenaventura, Lawton, La Habana) relata que el 19 de abril pasado su hija Blanca Susana Pedraja Álvarez hizo su solicitud de compra en la tienda de Cuatro Caminos con la orden N4C0004581. Y el 3 de mayo le llevaron el envío, pero sin cuatro paquetes de detergente.
Llevan días y días reclamando el reintegro del dinero, y la respuesta es que deben esperar 72 horas, o llamen a Comercial de la Tienda Cuatros Caminos, pero por ese teléfono nunca se pueden comunicar.
«¿Hasta cuándo hay que esperar?», pregunta. «Vimos la opción de las compras virtuales como buena para no salir de casa, y cuidar de no enfermarnos», señala, a la vez que reclama una respuesta y el reintegro del dinero.
Y Juan Arturo García Masó (Calle G no. 301, apto 8, entre 3ra. y 4ta. Altahabana, Boyeros, La Habana) contrató un envío el pasado 19 de abril en la tienda Cuatro Caminos, con la orden N4C0004503, la cual se pagó por la transferencia KW01863141999.
El 2 de mayo llegó el envío, y faltaban dos productos: un paquete de lentejas y gel de baño. Pero ayer, cuando me escribió, no le habían devuelto el dinero correspondiente a lo cobrado y no entregado.
«Nadie atiende el teléfono 78241182, dice, y no responden ninguno de los cinco correos que he enviado a las direcciones de dicha tienda, y de Atención a la Población de Cimex. Ante tal situación me resisto a pensar que me están robando, y aunque no es un monto de dinero importante, es el dinero que recibo por mi trabajo.
«Además de resolver los problemas informáticos y de gestión que tiene el sistema, deben mejorar la atención al cliente y la protección al consumidor. Es lamentable que por negligencias de los operarios y falta de control de los funcionarios y cuadros se creen condiciones para que el pueblo desconfíe de sus instituciones, y se deteriore el esfuerzo que se hace para implementar estas opciones tan necesarias y oportunas», concluye.