Acuse de recibo
El pasado 19 de febrero, desde Gaspar, en el municipio avileño de Baraguá, Rodolfo Barrocal Fraga transmitía aquí su molestia con Correos de Cuba, por el estado en que recibió diez bultos postales enviados desde España el 12 de noviembre de 2018.
Contaba que el 17 de enero, tras más de un mes en Cuba —los estuvo rastreando y le dijeron que entraron al país el 12 de diciembre—, recibió una llamada de la oficina de Correos municipal, pues habían arribado los bultos. La decepción fue cuando la gestora le informó que estaban. Y traían una carta, firmada por directivos de Correos a nivel provincial:
«En ocasión de los días feriados la Gerencia de Cambio Internacional procesó gran cantidad de envíos postales, lo que trajo consigo tener que agrupar en exceso bultos en pequeños departamentos, incluyendo el baño de hombres. Y precisamente en este último se encontraban más de 50. Todo indica… que por la taza entró una rata, siendo afectados sus bultos postales por dicho roedor».
Rodolfo refería que su molestia fue mayor «al recibir los cinco primeros bultos abiertos, ripiados y mordisqueados por el supuesto roedor, el abandono y descuido, o la mano inescrupulosa de algún individuo». Y le cobraron los envíos al mismo precio. Al reclamar, le dieron un número de teléfono para emitir su queja. Al hacerlo, solo recibió evasivas muestras de indolencia.
«¿Cómo son capaces de almacenar en un baño estos envíos, sin saber si contienen medicinas o alimentos? ¿Por qué los clientes no recibimos los bultos con la misma calidad con que se envían, lo caro que cuestan desde el exterior, y lo difícil que les resulta a quienes residen allá gastar ese dinero de enviarlos? ¿Por qué tanta demora en la recepción y llegada de esos bultos a los clientes?», preguntaba.
Al respecto, responde María Ruiz Querol, directora general de la Empresa de Correos de Ciego de Ávila, que la comisión investigadora creada «comprobó que, lamentablemente, los hechos narrados ocurrieron así. Y los envíos sufrieron daños en su cubierta y pérdida del contenido, lo cual no tiene justificación alguna».
Aclara que en cuanto al almacenamiento de los bultos en los baños, no ocurrió en la Oficina de Cambio Internacional de La Habana, de donde salieron en tiempo y forma. La ubicación incorrecta, que provocó la situación, se produjo en el Centro de Clasificación Postal de la Empresa de Correos Ciego de Ávila.
Precisa que, tras los análisis correspondientes, a los responsables de estos hechos se les aplicaron las siguientes medidas:
«Francisco Hernández Rodríguez, jefe del Centro de Clasificación Postal de la Empresa, por violar lo establecido por procedimiento para el procesamiento y almacenamiento de los envíos postales, fue demovido a un cargo de inferior categoría y salario.
«Javier Llerena Marrero, jefe de Operaciones Postales de la unidad de correos de Gaspar, por violar lo establecido por procedimiento para la entrega de los envíos postales a los destinatarios, fue demovido a un cargo de inferior categoría y salario.
«Lucila Bordón Ramos, directora de Correos en el municipio de Baraguá, quien al momento de la entrega de los envíos al destinatario se encontraba enferma, pero sí conocía de lo ocurrido con esos envíos y no cumplió con el procedimiento establecido, no alertó ni controló oportunamente a los subordinados implicados en ese grave hecho, se le aplicó una amonestación ante el consejo de dirección de la empresa, y la afectación salarial del pago por resultados de un mes.
«Elianys de la Caridad Ramos Ortega, especialista de Atención a la Población de la empresa, se le aplicó una amonestación ante el consejo de dirección de la Empresa».
Apunta que a Rodolfo le fue reintegrado el efectivo cobrado por el mal servicio, y además fue indemnizado en CUC por las pérdidas ocasionadas en los envíos, según lo establecido en la legislación vigente. También le informaron las medidas tomadas con los responsables del lamentable hecho, y se le ofrecieron las sinceras disculpas de la dirección de la empresa.
«La Empresa de Correos Ciego de Ávila lamenta la ocurrencia de tan vergonzoso y lamentable hecho, expresa, e informa a Juventud Rebelde que se adoptaron las medidas organizativas, de aseguramiento y control correspondientes, para eliminar las causas que dieron lugar a esta situación: y evitar así que se repita. Y reitera las más sinceras disculpas de su equipo de dirección y trabajadores al compañero Rodolfo Barrocal Fraga», concluye.