Acuse de recibo
El 30 de agosto de 2017, Alexis Macías, jefe de bloque de la Central Termoeléctrica (CTE) Antonio Maceo, de Santiago de Cuba, señalaba aquí que el sistema de pago en esas plantas, aunque es por resultados según la Resolución 6, resulta insuficiente y desmotivador.
Refería que las CTE no dejan utilidades; y explicaba: «El pago por resultados se aplica con un dinero que recauda la Unión Eléctrica, y esta, a su vez, reparte parte de ese dinero por cada empresa, cuando lo hace, porque hace meses no nos empatamos con la verdad».
Decía que otros pagos como nocturnidad y condiciones laborales anormales tienen las mismas características de 40 años atrás. Y la estimulación en CUC oscila según la producción. No pasa de 30 en su caso, cuando en otras empresas de menor importancia tienen ese estímulo fijo. Y el llamado mes 13 o pago anual no asciende a la suma de otras entidades.
Afirmaba que en las CTE no entienden por qué se quedaron atrás en estimulación, si son una industria básica para el país, con gran responsabilidad, máquinas de 30 años o más, evaluaciones mensuales y anuales de conocimientos y turnos rotativos de 12 horas, a más de que laboran con productos nocivos para la salud, altos decibeles de ruido y no siempre con los medios de protección adecuados; con vibraciones, tuberías de agua, vapor, petróleo, hidrógeno, amoníaco y muchas con alta presión y temperatura.
Refería que en la Renté, como en otras CTE, ya han pedido la baja unos cuantos operadores, y los jóvenes no piensan quedarse, pues alegan que ganan muy poco dinero para el trabajo que hacen. Los operarios, añadía, tienen 50 años o más, y no se forman de un día para otro.
Responde Liván Arronte, director general de la Unión Eléctrica (UNE), que a Alexis «se le explicó con detalle el proceso inversionista que ha desarrollado el país desde que se inició la Revolución Energética, así como el incremento en los gastos de operación y mantenimiento durante estos últimos años, siendo estos superiores a las ventas de electricidad».
Añade que la UNE tiene aprobado un sistema de pago en CUP y estimulación en CUC, asociados a indicadores económicos de eficiencia. Y especifica que los trabajadores de la Antonio Maceo, al cierre del primer semestre de 2017 tenían un salario medio de 953 pesos y una estimulación de 14 CUC, para un ingreso medio de 1 289 pesos.
Se le aclaró, precisa, que la diferencia con otros sectores se debe, en lo fundamental, a que estos sí están estimulados por los niveles de ventas, y tienen aprobados precios ventajosos para sus producciones y servicios. Y en el caso de las empresas mixtas, tienen una legislación específica que las diferencia.
Se le informó, refiere, que por la importancia del sector eléctrico en el sostenimiento y desarrollo del país, desde 2016 la UNE ha presentado a las instancias correspondientes propuestas de incremento salarial, sobre todo para el personal del Sistema Electroenergético Nacional.
Y precisa que la respuesta es: «No es posible seguir evaluando solicitudes puntuales de incrementos salariales en sectores y entidades específicos, hasta que no concluyan los análisis que permitan con integralidad encontrar una solución a ese tema».
Agradezco la respuesta y las profusas explicaciones. Pero al final, por más argumentos que se proporcionen, Alexis está alertando de un peligro potencial: mientras no se estimule como se debe trabajo tan vital para la economía nacional como el de las CTE, comparado con los ingresos de otros sectores, ello redundará en la inestabilidad y fluctuación de ese personal tan calificado y sacrificado, que no se forma de hoy para mañana. Es un alerta con luz roja para los decisores.