Acuse de recibo
Muchos cubanos están preocupados por el daño a la salud humana y el timo para el consumidor que representa la maduración precoz de frutas en el mercado con productos químicos, sin que se haya neutralizado esa falsía perniciosa con resolución y medidas ejemplarizantes.
Desde Fomento 145, entre Cuba y Garayalde, en la ciudad de Holguín, Ventura Carballido Pupo cuenta que el 6 de mayo pasado, él y otros compañeros viajaban de Santiago de Cuba a Holguín, y por la salida de la Autopista Nacional le compraron mangos a vendedores particulares por valor de 200 pesos. Mangos que no pudieron consumir, pues se fermentaron. Mangos envenenados por la aplicación de sustancias químicas; allí, y lo mismo en la carretera que va al polo turístico de Guardalavaca.
«Ellos lo hacen, dice, con el objetivo de buscar una rápida venta y ganancias seguras. Los consumidores, cuando pican estas frutas para el consumo, se percatan de que se trata de algo insípido e incoloro, un verdadero atraco.
«La gravedad y el peligro de estas inescrupulosas conductas, violatorias de elementales reglas de calidad, al ofrecer productos dañinos a la salud, generan un latente riesgo, con más incidencia en los niños y los ancianos».
Insiste Ventura en que esa práctica cada día prolifera más, y no se ha encontrado quién le ponga freno. Se realiza impunemente, y ya es hora de extirparla valiente y resueltamente con acciones contravencionales, administrativas y penales.
Preocupa que, mientras en Cuba se reproducen informaciones sobre las protestas en el mundo contra la transnacional alimentaria Monsanto y otras cadenas, por sus daños a la salud humana, aquí adentro no reaccionamos ante los tantos «monsanticos» que lentamente nos envenenan.
El doctor Lázaro Esteban Collazo Roche (Calle 35 no. 4413, entre 44 y 46, San Antonio de los Baños, Artemisa) cuenta que en esa provincia hace ya más de cinco meses que se suspendió la entrega de nuevas licencias para el trabajo por cuenta propia en 25 actividades autorizadas nacionalmente, entre ellas la elaboración y venta de alimentos, arrendamiento de espacios, hospedaje y transporte. Y no se sabe el porqué.
El doctor, además de su labor asistencial, tenía una licencia de elaboración y venta de alimentos, que entregó en junio de 2016 ante la posibilidad de cumplir una misión profesional en el exterior, algo que no se concretó.
En diciembre de 2016 fue a la Dirección Municipal de Trabajo a solicitar de nuevo la licencia, y le informaron que estaba suspendida la entrega. Al preguntar a la directora municipal de Trabajo las causas y la instancia donde se decidió, «tan solo me dijo que fue una resolución que se tomó en una reunión del Gobierno Provincial a la que ella había asistido con la Presidenta de la Asamblea Municipal; y que el Gobierno tiene potestad para tomar tales decisiones».
El doctor cuestiona que a estas alturas del Proceso de Actualización del Modelo Económico, en cumplimiento de los Lineamientos del 7mo. Congreso del Partido, cuando la transformación debe ir encaminada también a fortalecer las formas de gestión no estatales, se decida eso sin una explicación.
«En San Antonio de los Baños, señala, calculo en unas cuantas decenas los que estamos a la espera, con la incertidumbre de qué pasará», enfatiza y señala los rumores que corren, sobre todo porque no se ha brindado una información exhaustiva de las razones.
Manifiesta que en la asamblea de rendición de cuentas del delegado se encontraba una funcionaria que se presentó como quien atiende el trabajo por cuenta propia en el Gobierno provincial. Y ella, ante el planteamiento de Lázaro, dijo que «lo que pasa es que el Ministerio de Trabajo dispuso la retención de las licencias porque se está revisando la legislación al respecto; y lo que había faltado era comunicación».
Lázaro señala que «ninguno de estos funcionarios ha sabido decir cuándo se reanudará la entrega de las licencias, ni por qué se paralizó la actividad. Nos preguntamos: ¿Qué necesidad había para dejar de darle continuidad? ¿Desde cuándo en Cuba el que se revise una legislación requiere de tal cosa que implica un freno y un retroceso?»
Y pregunta: «¿Qué tiempo necesitan para la súper evaluación? Ya va para seis meses perdidos, y aunque pueda parecer poco, en las condiciones actuales de nuestro país esto significa mucho en términos de freno al desarrollo».
Al doctor Lázaro Esteban le preocupa que se tomen decisiones de este tipo sin realizar la más mínima consulta, o tan siquiera ofrecer la más mínima información, que debería ser «oportuna y veraz, desprovista de secretismo, como bien dijera el Presidente de la República de Cuba».