Acuse de recibo
El pasado 16 de enero, el doctor José Agustín Valdés, médico de la familia del policlínico Jimmy Hirtzel, en la ciudad de Bayamo, denunció aquí que, aunque su día de cobro es el 7 de cada mes, en enero en ese centro se empezó a pagar el 11, por error en las nóminas. Y ello generó enormes colas para cobrar y desorganización.
Entonces, Valdés apareció de certificado médico en cero, sin haber enfermado ni presentar documento alguno que lo certifique. En la prenómina figuraba con un descuento de 190,6 horas: un mes entero sin trabajar, cuando en realidad no había tenido ninguna ausencia.
Responde el doctor Jorge Luis Quiala, director provincial de Salud, en funciones, en Granma, que tras análisis de documentos y entrevistas a dirigentes administrativos, sindicales y trabajadores del centro, se confirmó que en enero se comenzó a pagar el día 11, con cuatro días de demora de acuerdo con el convenio laboral. Y la responsabilidad directa fue de la Jefa del Departamento de Recursos Humanos, quien fue demovida del cargo.
Al doctor Valdés Sarmiento, agrega, no le salió en nómina el pago correspondiente a enero por irresponsabilidad de dos funcionarias, una del Departamento de Estadística y otra de Recursos Humanos. A la primera se le aplicó medida disciplinaria consistente en multa del 25 por ciento del salario de un mes, y a la segunda la suspensión por seis meses del derecho a ser elegida o designada en órganos o comisiones del centro de trabajo.
Apunta el doctor Quiala que es incierto el argumento de que frecuentemente el dinero demora en llegar más de los días previstos, pues la revisión documental arrojó que en 2012 todos los pagos se efectuaron acorde con lo aprobado en el convenio laboral. Sí se corroboró que en los días de pago se han producido algunas indisciplinas que han alterado el desarrollo normal del proceso, por lo cual se han hecho los análisis correspondientes con los implicados y se adoptaron medidas organizativas para que tales violaciones no se repitan.
Aunque el doctor Valdés escribió a JR antes de plantear lo ocurrido al director del policlínico, este, no bien supo el lunes 14 del atraso del pago, actuó de manera que ese mismo día, a las 11:30 a.m., se pagó el salario al médico y a cinco trabajadores más que presentaron situación similar, concluye el doctor Quiala.
El 21 de enero de 2012 contaba Idalio Araújo —desde Campechuela, Granma— que su esposa está suscrita a JR. Pero hace alrededor de un año que el diario llega a su casa una o dos veces por semana, aun cuando ellos viven a siete cuadras de donde se distribuye la prensa.
Ante la queja de Idalio, el administrador del correo dijo que el cartero que distribuye el periódico tenía problemas y no lo autorizaban a sustituirlo. Idalio propuso ir él mismo a recoger el diario y el administrador se negó.
Así, se acostumbraron a leer prensa vieja. Sin embargo, una vez el cartero dejó el comprobante de pago de la suscripción por una ventana, y ellos no lo notaron. A los tres días, cuando fueron a liquidar, los sancionaron con no recibir la prensa por un mes, por atrasos en el pago. Una verdadera ley del embudo…
Responde Yuliet Verdecia, directora de Comunicación Institucional de Correos de Cuba que, conforme a lo investigado, en varios períodos de 2011 no se cumplió con la entrega diaria de la prensa en la zona de porteo 3, a la cual pertenece Idalio. Y esa afectación nunca fue reportada al Centro de Dirección.
Se comprobó —señala Yuliet— la falta de exigencia y control por parte de la administración de esa Agencia de Correos: los carteros incumplían con los procesos establecidos, entre ellos el cobro a domicilio de las suscripciones a partir del primer día de cada mes. Y en noviembre de 2012 en esa zona de porteo no se hizo ninguna gestión de cobro de las suscripciones.
Una vez investigados los hechos, se decidió poner en práctica una redistribución alternativa de las zonas de porteo para garantizar la suplencia en caso de ausencia de un cartero. Y tendrán que exigir y controlar que en todas las zonas de porteo se realice la gestión de cobro, independientemente de que el cartero sea el oficial o el suplente.
Precisa que, «por las quejas recibidas referentes al mal servicio, el cartero Reynier Alejandro Sambrano fue declarado trabajador no idóneo para el cargo, quedando disponible y pendiente a ser ubicado en otro centro laboral. Y por la falta de exigencia y control, se acordó demover definitivamente del cargo al jefe de la agencia de Correos, Emilio Rodríguez Montero».