Acuse de recibo
El pasado 19 de septiembre, Carlos Montó contaba desde el barrio Las Guásimas, en el municipio habanero de Arroyo Naranjo, vicisitudes con las instalaciones eléctricas exteriores que dan servicio a su domicilio: hace años, la Empresa Eléctrica cambió el cable de distribución secundario del transformador que le brinda servicio a su casa. Y el mismo es de aluminio, mientras que la acometida de la vivienda es de cobre.
El trabajo no quedó bien, señalaba, constantemente hay fallas o se interrumpe el servicio. Reportó el problema varias veces, iban los de la Eléctrica, resolvían y se retiraban. Pero la solución no duraba ni dos horas.
«Soy ingeniero eléctrico, afirmaba Carlos; sé que la solución es tan sencilla como instalar conectores bimetálicos. ¿Cuándo el ciudadano común se podrá defender de los errores de las grandes empresas? ¿Hay que esperar a que se me queme el refrigerador y el televisor para que me pongan en la lista, y algún día me los repongan?».
Al respecto, responde Militza Wood, directora del Centro Integral de Atención al Cliente de la Empresa Eléctrica de La Habana, que a Carlos le solucionaron su problema el 26 de septiembre: le instalaron conectores bimetálicos (UDC) en la nueva acometida y un nuevo gabinete, con un breaker de 220 V. Y se le dio mantenimiento al servicio eléctrico.
Así, explica que cuando el empalme entre una acometida de aluminio y un cable secundario de cobre se realiza directamente, sin utilizar los conectores adecuados, el par galvánico que se crea en dicho empalme produce un falso contacto, el cual ocasiona una interrupción al servicio.
Informa, asimismo, que el 76 por ciento de las interrupciones en los servicios eléctricos de la capital (acometidas, entrada de corriente y metro contador) se producen por falsos contactos en los empalmes. Y manifiesta que desde 2006 hay un plan de rehabilitación de las redes habaneras, entre cuyos fines están la sustitución de las acometidas eléctricas fuera de norma, y la instalación de conectores bimetálicos (UDC).
Hasta la fecha, dice, se han sustituido 171 748 acometidas, de un programa de más de 300 000. Y en el caso de los conectores bimetálicos (UDC), se han instalado 445 556, de una necesidad de 700 000.
Por la prioridad que tiene este trabajo, explica, la Dirección de la Unión Eléctrica decidió mover hacia la capital más de 70 carros de servicio, los cuales, unidos a 25 de la Empresa Eléctrica de La Habana, formaron un contingente, para sustituir en octubre pasado 52 000 acometidas eléctricas e instalar 194 000 conectores UDC.
Así califica los documentos de su vivienda Juan Álvarez Limonta, vecino de Martí No. 72, entre Grave de Peralta y Ángel Pupo, en la localidad holguinera de Sagua de Tánamo. Y no es para menos. Juan construyó su casa por esfuerzo propio hace ocho años. Y nunca ha pagado lo que le corresponde, porque la Unidad Municipal Inversionista de la Vivienda (UMIV) se empeña en cobrarle una suma inadecuada, pues el papel del Estado se redujo a venderle los materiales, y él la levantó con sus propias manos.
La vivienda fue tasada en 9 000 pesos. Juan apeló y la UMIV la rebajó a 3 000. Luego la tasó en 4 000. Y los materiales que le fueron vendidos a Juan están valorados en 1 121 pesos.
El problema es que Juan desea hacer una ampliación a la casa. Y para ello, la misma debe estar legalizada. Pero —¿hasta cuándo se agolparán tantos peros?—, la UMIV ha extraviado inexplicablemente el expediente de la vivienda, donde es posible verificar el monto real que Juan debe pagar, de acuerdo con los materiales adquiridos y la ausencia de mano de obra estatal alguna en la ejecución. Y mientras, ha rotulado la casa como «arrendada por el Estado».
No es solo el expediente de Juan el extraviado. Pero él acudió a la Fiscalía municipal a demandar a la UMIV por la pérdida, y la primera le planteó que no le competía el caso. «¿Será eso cierto?», pregunta, ¿y por qué la UMIV se mantiene inconmovible en demandar la cifra de 4 000 pesos, en tanto está perdido el expediente en que consta la venta de materiales por 1 121 pesos y ninguna acción constructiva estatal? Debo pagar solo lo que me corresponde. El expediente perdido tiene la verdad».