Acuse de recibo
Ahora que el país prioriza el ahorro energético, Emelina Isaac (Monte 405, entre Ángeles y Callejón del Suspiro, La Habana Vieja) pregunta por qué la tienda de montajes artísticos que radica en los bajos de su casa puede tener sus consolas de aire acondicionado encendidas las 24 horas del día. Cuatro de esos equipos están ubicados justo debajo del cuarto de Emelina, y todo el calor que despiden se empoza en la habitación, impidiéndole dormir. La señora ha tratado el asunto con el administrador anterior y con la actual, con el delegado de la circunscripción y la presidenta del Consejo Popular. Incluso, con la directora de la Empresa, quien le dijo que no se preocupara, pues la tienda iba a ser trasladada hacia otro local. Eso fue en 2006, y todavía permanece allí. Además, le argumentó que en ese sitio existen materias primas que deben mantenerse climatizadas. Lo que no comprende Emelina es por qué, entonces, los trabajadores que utilizan ese inmueble como albergue, cuando se van el fin de semana para sus respectivas provincias, dejan apagadas las consolas. «¿Será que las materias primas solo figuran cuando están los trabajadores? Si la Revolución nos llama al ahorro, ¿por qué hay lugares como este que incumplen y encienden el aire las 24 horas del día?
Inquietud salarial: Arilis Debs (Libertad 35-D, Niquero, Granma) escribe en nombre de otros arquitectos de la comunidad, como ella, para manifestar una inquietud: el Instituto Nacional de la Vivienda aprobó la Resolución 40 sobre la apertura de las licencias de construcción. Los arquitectos de la comunidad son eslabón esencial en los trámites de entrega de esas licencias, ya sean para ampliar, remodelar o erigir nuevas construcciones. Ellos elaboran la documentación técnica, y esos documentos forman parte del expediente que se confecciona para otorgar las licencias. «El sistema salarial del arquitecto de la comunidad —dice Arilis— se calcula teniendo en cuenta lo recaudado en efectivo a los clientes particulares, y por otra parte los proyectos estatales. Pero a partir de mayo, muy en contra de lo que persigue la Resolución 40, se nos restringió el salario con un tope. A ese salario llegamos solo con dos o tres proyectos estatales de las viviendas que son derrumbe total por huracán. No podemos producir más, teniendo capacidad y una gran demanda de clientes particulares, como consecuencia de la puesta en marcha de la Resolución. La Dirección Provincial de Arquitectos de la Comunidad dice que esto se ha discutido con el Ministerio del Trabajo, y esa es la respuesta. Pero en otras provincias, como Ciudad de La Habana, no es así. Es importante, pues los interesados van a tener que aguardar una interminable lista de espera en las oficinas del Arquitecto de la Comunidad. Las trabas continúan».
A expensas de una comisión: Los consumidores siguen cuestionando las limitaciones y reticencias —siempre en desventaja de ellos— que muestran las normas de garantía comercial en el país. Magalis Valle (Calle 134 No. 25710, Río Verde, Boyeros, Ciudad de La Habana) cuenta que el pasado 26 de junio su esposo adquirió, por valor de 67,35 CUC, un equipo DVD marca Allike, en la tienda en divisas La Isla de Cuba. Y al siguiente día, el mismo dejó de funcionar. El 1ro. de julio, en el taller de garantía de Galiano, hacia donde van los equipos averiados, le dieron baja técnica al DVD. Magalis volvió a la tienda, y allí la Comercial le informó que no pueden devolverle el dinero sino que tienen que reponerle el equipo. De lo contrario, ella como cliente tiene que hacer carta de renuncia al mismo, y así podrían devolverle el efectivo; pero debía esperar a que la comisión encargada al efecto se reúna para estudiar su caso. Magalis ha llamado en varias ocasiones, y siempre le responden que están a la espera de que se reúnan. Ella cuestiona: «Si yo pagué en efectivo y al contado, ¿por qué tengo que esperar a que alguien decida devolverme o no mi dinero, si ya no deseo otro equipo?».