Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Aunque fechada el 4 de julio de 2009, llegó por correo electrónico el pasado 9 de diciembre la respuesta del doctor Carlos Bruzón, jefe del Departamento de Estomatología de la Dirección Provincial de Salud en Santiago de Cuba, a la queja del anciano Octavio Hidalgo, reflejada aquí el 1ro. de julio de 2009.

La carta llegó bastante atrasada, pero nunca es tarde si la respuesta es elocuente y evidencia hasta dónde la irresponsabilidad puede escudarse en los argumentos de la carencia de recursos.

La historia era: En febrero de 2008, Octavio inició el proceso para una prótesis dental en la clínica estomatológica Fedora Beris, de la ciudad de Santiago de Cuba. Allí le indicaron antes una intervención quirúrgica de la encía superior, la cual se hizo en Maxilofacial del Hospital Militar Joaquín Castillo Duany. Ya recuperado, retornó a la clínica y allí le informaron que no se estaban haciendo prótesis en esos momentos por no tener materiales.

Octavio siguió frecuentando la clínica, hasta que en noviembre de 2008 le dieron un turno para el 11 de diciembre. Fue, le tomaron las impresiones de las encías y le dieron un turno para diciembre, cuando le harían la prueba de dientes. Pero ese día, le dijeron que el Laboratorio Provincial, donde se hacen las prótesis, no tenía gas para trabajar. Le dieron turno para el 20 de enero de 2009. Y cuando fue, era que el Laboratorio no trabajaba por roturas en la caldera.

Luego, cada vez que llamaba a la clínica, le decían que la prótesis no había llegado del Laboratorio. Así, el anciano llevaba un año y tres meses esperando…

Al respecto, responde el doctor Bruzón que se realizó una investigación del caso, y condena que se le haya respondido al paciente que no existían materiales para realizarle la prótesis. Pondera que en los últimos tres años, como parte de los programas de la Revolución para la Salud, «la actividad estomatológica ha logrado estabilizar (el recibo de) la mayoría de los recursos materiales, dándosele un nivel de prioridad a los de la actividad protésica…».

Precisa que pudieron comprobar en el Laboratorio Provincial que el caso entró para el montaje de dientes el 5 de febrero de 2009, casi dos meses después de la toma de impresiones de las encías del paciente, «lo cual no tiene ninguna justificación». Fue a partir de entonces que se realizó el montaje de los dientes en el Laboratorio, y retornó la prótesis a la Clínica 12 días después. Y desde entonces, no regresó desde allí al Laboratorio, para su conclusión. «No fue probada al paciente después de más de cuatro meses —subraya—, justificándose la demora con problemas materiales en el Laboratorio Provincial, cuando el caso estaba en la Clínica desde el 17 de febrero».

Señala como responsables de tan lamentable proceso a la doctora que atendió el caso y a quienes controlan la actividad desde el Departamento de Prótesis hasta la Dirección de la clínica. Asegura que con ellos se adoptarían las medidas disciplinarias correspondientes, de acuerdo con el nivel de responsabilidad.

Y afirma que visitaron a Octavio en su hogar y le informaron de las violaciones cometidas, aunque precisa que ya se habían tomado las acciones para dar solución a su caso: se le hizo la prueba con dientes, para concluir el tratamiento.

Aunque destaca que la clínica Fedora Beris está entre las unidades con mejores resultados en Santiago de Cuba, el doctor Bruzón es enfático en recalcar que en este caso «se trata de un problema organizativo, de control y de falta de sensibilidad por parte de la Dirección de la Clínica, el aparato económico y los integrantes del Departamento».

Agradezco la transparente respuesta, aun cuando fue enviada seis meses después de redactada. La tardanza no permite saber cuáles medidas se tomaron con los culpables. Deben haber sido rigurosas, aunque al final uno sabe que solo con la supervisión y el control constante por parte de las instancias superiores, las mismas que responden, es que se evitan tales lamentables sucesos.