Acuse de recibo
Hoy me escribe Otmaro Ruiz de la Torre Alfonso, director de Organización del Salario del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social. Y lo hace para esclarecer dos denuncias sobre suspensión del pago de estimulación, reflejadas en esta columna el pasado 26 de junio.
La primera queja la enviaba Martha Águila Alfonso, trabajadora del merendero La Terraza, de Sitiecitos, en Sagua la Grande, provincia de Villa Clara: no entendía ella que el sistema de estimulación aplicado en esa y otras unidades gastronómicas de Sagua, fuera erradicado a pesar de que cumplían y sobrecumplían el plan de ventas. Aseguraba la demandante que habían reclamado a la administración y el sindicato y no recibían respuestas concretas.
Al respecto, refiere el funcionario que la Dirección de Trabajo, de conjunto con la Dirección de Comercio y el Sindicato del Comercio, la Gastronomía y los Servicios en la provincia de Villa Clara, evaluaron las causas que motivaron dicha suspensión en Sagua: la situación desfavorable de la contabilidad no permitía tener la certeza del grado de eficiencia del sistema de pago; la empresa no ejercía un control razonable sobre los recursos materiales, financieros y humanos; y tampoco tenía en cuenta el costo planificado que exige la Carta Circular 16/03 del Ministerio del Comercio Interior.
En cuanto al tema de la información requerida sobre la medida adoptada, significa que en consejo de dirección de la empresa, el jefe de Recursos Humanos explicó las causas de la suspensión, ante el secretario del sindicato en la entidad y los administradores de las unidades.
A su vez, sostiene Otmaro, la administradora de La Terraza transmitió la información al colectivo en varias ocasiones. Los trabajadores no estaban de acuerdo, y por eso escribieron al periódico.
Aun así, el pasado 3 de julio la comisión antes dicha, celebró una asamblea con los trabajadores del establecimiento, en la cual se esclarecieron las causas de la medida, y según el acta elaborada, consta la aceptación por parte de los trabajadores.
Es evidente que la suspensión de un sistema de estimulación, algo tan sensible, requiere de una fundamentada explicación y del convencimiento a los afectados por parte de las estructuras administrativas y sindicales. De lo contrario, quedan esquirlas de dudas, y este caso lo demuestra: al final, en la asamblea del colectivo con las instancias superiores, el resultado fue otro.
Aun así, no todo está perdido. Aclara Otmaro que el sistema suspendido puede reimplantarse cuando los problemas detectados hayan sido resueltos.
El segundo caso fue el de los trabajadores del depósito El Calvario, de la Empresa Metrobús, de Ciudad de La Habana. En nombre de ellos, Tania Izquierdo recalcaba que desde marzo pasado no se les ha pagado el estímulo en CUC que perciben desde hace varios años, por cumplir ciertos parámetros. Y a pesar de las gestiones, no se les ha dado respuesta, afirmaba.
En tal sentido, recalca Otmaro que la aprobación de los sistemas de estimulación en CUC para actividades del Ministerio de Transporte, se efectuó el pasado 29 de marzo. Y en el caso de la Empresa Metrobús de Ciudad de La Habana, se aprobó como indicador formador el cumplimiento del plan de utilidades.
Posteriormente, el 26 de junio, y a propuesta del Ministerio de Transporte, se decidió para esa empresa una modificación. La misma establece que, aunque no se cumplan los indicadores a nivel de empresa, sí podrá pagarse la estimulación en CUC a los depósitos específicos que satisfagan los parámetros exigidos.
Y tal modificación, explica el Director de Organización del Salario del MTSS, tiene efecto retroactivo: «Es decir, advierte, que desde la aprobación inicial hasta la fecha, en cualquiera de los depósitos en los que se hubiera cumplido los indicadores, puede hacerse efectivo el pago, con lo cual habría quedado resuelto el asunto planteado».
Agradezco una vez más al Ministerio de Trabajo y Seguridad Social la rapidez y minuciosidad con que acostumbra responder a las cartas, con mucha más antelación que los organismos aludidos.