Acuse de recibo
De «bochornosa» calificó aquí, el 24 de noviembre pasado, la historia de su vivienda, Jesús Rivada Landeiro, vecino de calle A, número 17-A, central Manuel Sanguily, en el municipio pinareño de La Palma.
Entonces relataba Jesús que, como trabajador de ese central, comenzó a construir su vivienda por sus propios medios, y así pudo llevarla hasta el cerramento. La empresa lo ayudó con ciertos materiales, pero en síntesis le comunicaron que la casa ya estaba dada como terminada. Y el afectado se preguntaba adónde fueron a parar los materiales indicados, si a su vivienda le faltan el piso, algunas tablillas de las persianas, las puertas, instalaciones eléctricas, hidráulicas y sanitarias, la meseta de la cocina y su fregadero, entre otros objetos.
Al respecto, responde Alejandro Toledo Toledo, director municipal de la Vivienda en La Palma, quien reconoce que, después de un análisis crítico, consideran que tiene fundamento y razón Jesús, y que además existen otras 14 viviendas con similar situación.
Aclara el funcionario que las citadas viviendas desarrollaron su proceso inversionista según el vínculo con el CAI Manuel Sanguily, lo cual se acreditó en el 2000 por la dirección de Construcciones del MINAZ y la Dirección del Grupo Empresarial de Construcciones Azucareras del citado organismo.
Precisa que «a tal fin, acordó la entrega de los recursos necesarios para concluir las 15 viviendas, las cuales se encontraban en distintas fases constructivas». Y se comprometieron ante la Dirección Municipal de la Vivienda a concluirlas entre diciembre y los primeros días de enero de 2001.
Pero añade que ese compromiso no fue cumplido. Y tal situación, recalca, fue valorada críticamente en el Consejo de Dirección de la Empresa y a su vez con el Grupo Empresarial y el MINAZ. «Y al no tener respuestas de estas insuficiencias se aplicaron medidas disciplinarias con los implicados»:
Al director de la Empresa Mielera Manuel Sanguily se le rebajó durante tres meses el 25 por ciento del salario. Al jefe de la UEB Construcción de la empresa, se le rebajó el salario en un 25 por ciento un mes, y se le hizo un señalamiento crítico.
Consigna Toledo que situaciones como esa no deben ni pueden repetirse. Y en ello la Dirección Municipal de Vivienda debe cumplir un papel más activo como fiscalizador.
Así, señala que está previsto hacer entrega a Rivada y a las otras viviendas que esperan por terminación, los recursos para resolver la demanda planteada.
La segunda misiva la envía Aimée Calvo Cruz, de Edificio 964, apartamento 2, Zona 1 de Alamar, en el municipio capitalino de La Habana del Este.
Aimée quiere felicitar a los médicos cubanos que salvan a diario tantas vidas. Pero en específico, quiere transmitir sus más sinceras muestras de agradecimiento al equipo multidisciplinario del Instituto de Cirugía Cardiovascular, y en especial a los médicos y enfermeras de la sala de Coronaria.
Cuenta Aimée que su papá fue ingresado allí para someterlo a una revascularización miocárdica, cirugía de gran complejidad. Y quiere patentizar sus más sinceras muestras de agradecimiento a todos los que le salvaron la vida a su padre, en especial al equipo médico y de enfermería de los pisos 19 y 21 de ese centro, por su atención, generosidad y bondad.
Y el doctor Diego de Jesús Alamino, profesor del Instituto Superior Pedagógico de Matanzas y vecino de calle 17 número 5802, en Jagüey Grande, en esa provincia, escribe para alertar sobre el déficit de repuestos, gomas y cámaras para las bicicletas que se facilitaron a la población, para paliar la situación del transporte.
Diego de Jesús considera que muchos trabajadores encontraron en el ciclo un paliativo a los graves problemas de transportación, que no han desaparecido ni mucho menos. Y se pregunta por qué no hay una atención a tal problema.