Zunum Aero es una de las compañías que innova actualmente en aviones eléctricos. Autor: BBC Publicado: 25/08/2018 | 11:07 am
Los aviones eléctricos son ya una realidad y, para 2040, Noruega tiene la intención de que todos los vuelos de corta distancia que salen de sus aeropuertos sean en aeronaves que funcionan con baterías.
Es una de las promesas de mayor alcance que se han hecho para reducir la contribución de la aviación a las emisiones de gases de efecto invernadero.
Pero hay una barrera importante: todavía no se están construyendo aeronaves de propulsión eléctrica de tamaño comercial. El mercado de aeronaves eléctricas actualmente consiste en aparatos pequeños; generalmente para dos personas.
De hecho, Dag Falk-Petersen, el director de la compañía aeroportuaria noruega Avinor, cree que esto cambiará muy rápido.
Hace unos tres años, nuestro consejo de administración fue a Airbus, en Toulouse, y nos dijeron que ya habían estado trabajando mucho en esta área. Y también la Nasa y Boeing, a través del [fabricante de aviones] Zunum Aero. Es por eso que decidimos tener un programa para electrificar los vuelos en Noruega, explica.
Tanto Zunum Aero como Avinor consideran que usar aviones totalmente eléctricos tendrá beneficios más allá de las emisiones: el avión más pequeño necesitará pistas más reducidas, lo que significa que puede usar aeropuertos de menor tamaño.
También serán más silenciosos y, si se puede reducir el peso de las baterías, es probable que sean más ligeros, lo que implica menos energía.
Ese último factor puede significar menores costos de operación y, por lo tanto, boletos más baratos, que conllevarían a un poderoso incentivo de vuelos y a un cambio dentro de la industria de la aviación.
Falk-Peterson dice que es probable que al menos la primera generación de aviones eléctricos de Noruega use tecnología híbrida.
Conforme a las leyes de seguridad de la aviación, las aeronaves deben transportar suficiente combustible de reserva para garantizar que puedan desviarse a un aeropuerto alternativo en caso de problemas.
El plan de Oslo, si sigue adelante, se dejará sentir fuera de sus fronteras. Si todos los vuelos con una duración inferior a 90 minutos se realizan con aviones eléctricos, eso significará que esos aviones aterrizarán en otras ciudades de Escandinavia y más allá.
Los fabricantes de aviones tendrán que venderlos a más países para que sean viables.
Ya Airbus está mirando un avión eléctrico que puede transportar 100 pasajeros hasta 1.000 km en 2030, indica Falk-Peterson.