En un suburbio de la ciudad de Filadelfia, Estados Unidos, los ciudadanos recibieron correos electrónicos con falsas multas por exceso de velocidad. Supuestamente enviados por el Departamento de Policía local, los usuarios que pinchaban el enlace para pagarlas recibían una inyección de software malicioso en sus dispositivos, indica la revista Wired. Lo novedoso del método es que a pesar de ser falsas las multas, efectivamente los ciudadanos sí habían transgredido los límites de velocidad en la carretera, lo que hace sospechar a la policía que sus redes GPS fueron jaqueadas.