Abatidos por sucesivos huracanes, los habitantes de Pinar del Río buscan alternativas para edificar viviendas más resistentes a esos fenómenos atmosféricos, que causaron estragos en el fondo habitacional.
Según PL, una de las variantes constructivas empleadas en el occidental territorio es la tecnología Trimax, la cual confiere solidez a las cubiertas de los hogares por su mezcla de poliespuma, malla metálica y hormigón.
Sólo este año se beneficiarán con esa iniciativa unas mil 545 casas, en su mayoría ya terminadas, confirmó a Prensa Latina María Isabel Fernández, directora del sector en esta región.
El propósito es ofrecer mayor seguridad a la población ante el paso de los organismos tropicales, con techos más fuertes y duraderos obtenidos mediante una técnica de fácil ejecución, subrayó.
Comentó que la metodología extendida en los 11 municipios de Pinar del Río, comenzó a aplicarse tras el paso de dos huracanes en 2008, los que ocasionaron severos perjuicios en las viviendas y la infraestructura social.
Gustav, el más devastador, cruzó por la demarcación con vientos superiores a 340 kilómetros por hora, velocidad considerada récord mundial para ese tipo de desastre natural.
Entre las modalidades constructivas utilizadas aquí sobresalen las comunidades de petrocasas erigidas en Los Palacios y La Palma, municipios asolados por ambos ciclones.
Los módulos donados por Venezuela a la isla luego de la catástrofe llegaron también al Cabo de San Antonio, apartada demarcación situada en el límite oeste del archipiélago.
Pero las petrocasas no quedaron exentas de la invención de los pinareños, en el asentamiento palmero de Loma del Abra, y lucen ahora techos de poliespuma (poliestireno expandido) y hormigón, en sustitución de los usados originalmente a base de planchas de zinc.
Esta innovación, derivada de la unión de dos tecnologías, se utilizará también en El Cabo, adelantó la experta.
El fin es el mismo -insistió- levantar casas con mejores condiciones para resistir los embates de los meteoros.
Los últimos huracanes que castigaron la zona dañaron unos 82 mil hogares y más de 57 mil fueron restaurados ya, cifra que representa casi 70 por ciento de recuperación, precisó.
Distante unos 140 kilómetros de La Habana, Pinar del Río fue fustigada por más de 150 organismos tropicales de 1900 a la actualidad.