A la izquierda, el despegue, el 12 de abril de 1981, del transbordador Columbia, el primer vuelo Shuttle. A la derecha, el más reciente aterrizaje del Atlantis. La escena deberá repetirse la próxima semana, y será la última de este tipo. Autor: www.nasa.gov Publicado: 21/09/2017 | 05:11 pm
El vuelo 135 de los transbordadores espaciales estadounidenses será el último. Con el regreso a tierra, la próxima semana, de la lanzadera Atlantis, que despegó el pasado viernes de Cabo Cañaveral, el programa Shuttle termina. Se gastaron en este millones de millones de dólares. De sus cinco naves, dos explotaron en el aire; y 14 astronautas fallecieron.
El aterrizaje del Atlantis debe ser un happy end. El programa de vuelos espaciales de EE.UU. hace un alto. Sus astronautas se irán a vivir a las estepas kazajas y rusas. Volarán ahora en las naves Soyús. Y las Progreso les servirán de mulas de carga. Son los robustos, versátiles y más económicos ingenios rusos.
Mas la historia no termina. La NASA tiene una nueva guía para sus futuros transbordadores. Pudieran estar listos para 2025. Pide, por ejemplo, que tengan mayor autonomía y una capacidad de carga de unas 50 toneladas, ya sean de mercancías o de pasajeros. En esta apuesta también están pensando en hacer turismo espacial.
Los rusos tampoco han descartado los orbitadores multiviajes. Según un reporte de RIA Novosti, para Vladímir Popovkin —entre las voces más autorizadas al respecto—, «La cosmonáutica volverá alguna vez a usar transbordadores como el Shuttle estadounidense o el Burán soviético». No obstante, aclaró que por ahora esto es «económicamente desventajoso e injustificable».
Enterprise: El que nunca voló
Poco se habla de él. Pero Enterprise, la mítica nave de la serie de ciencia ficción Star Trek, también fue el nombre del prototipo sobre el cual se desarrollaron los cinco transbordadores aeroespaciales de EE.UU.
Era 1976. Su ensamblaje concluyó el 17 de septiembre de ese año. En realidad, se le iba a llamar Constitution, en homenaje al bicentenario de la Constitución estadounidense, pero el público local insistió en que su nombre emulara con el ingenio comandado por el capitán Kirk, el protagonista de la serie que, hasta la Guerra de las Galaxias, fue la más exitosa de su tipo.
Aunque en principio debería haber sido un vehículo operacional, se decidió no instalarle ni motores ni escudo térmico, y convertirlo en un banco de pruebas para alistar al Columbia, según reseña el sitio digital http://web7.taringa.net.
Entre febrero y noviembre de 1977, realizó una serie de exámenes —o «taxi-test»— utilizando un Boeing 747 preparado para transportarlo. Durante las simulaciones de vuelo atmosférico, se comprobaron su integridad estructural, maniobrabilidad, control, y capacidad y respuesta del cuerpo y las alas a las cargas.
Una segunda etapa sirvió para verificar su montaje en la rampa de lanzamiento. Desde 1985, Enterprise pertenece al Museo Nacional del Aire y del Espacio del Instituto Smithsonian.
Columbia: Vida y muerte del pionero
El 12 de abril de 1981 Columbia sería el primer transbordador en orbitar la Tierra. Navegó durante dos días. Sus tripulantes hicieron un aterrizaje suave. No ocurrió lo mismo 22 años después. El 16 de enero de 2003 sería un viaje sin retorno.
Durante el despegue, la lanzadera, que llevaba a bordo siete astronautas, fue golpeada por un pedazo de poliuretano desprendido de la capa aislante de su tanque externo. Apenas pesaba un kilogramo, pero la fuerza del impacto se equiparó a una tonelada.
Reportes de la NASA indican que la tripulación no se percató del incidente; el centro de vuelo sí, mas minimizó su impacto.
Al reingresar a la atmósfera, se exacerbó la abrasión del plasma, lo que condujo a la fusión de la estructura interna del ala izquierda, la cual se desprendió, y, a continuación, el resto del fuselaje giró violentamente sobre sí. La última misión del Columbia se designó como STS-107. Murieron todos sus tripulantes.
Challenger: Retador y mártir
28 de enero de 1986; 11:38 a.m. hora local. El segundo transbordador Shuttle, el Challenger, construido en 1982, despegaba. Explotó 73 segundos más tarde. Como un sino, un día antes se había conmemorado la muerte de los tres astronautas del Apolo 1, ocurrida hacía 19 años, durante unas pruebas de lanzamiento.
El accidente del Challenger fue el primero de su tipo. Era el vuelo 25 de un transbordador espacial. La NASA explicó que a los 0,678 segundos de despegar pudo apreciarse en las imágenes una pequeña columna de humo gris oscuro cerca del cohete derecho. Entre los segundos 0,836 y 2,5, aparecieron ocho columnas de humo cada vez más negro. Desaparecieron en el segundo 2,733, pero los anillos de sellado del tanque se estaban quemando.
Además de la falla técnica, la nave tropezó con un viento cortante que creó grandes fuerzas. En el segundo 58 apareció una llama, que coincidió con una diferencia de presión entre el cohete derecho y el izquierdo —el sellado se había roto—. En el 64,660, el fuego había alcanzado el tanque exterior, que perdía hidrógeno. En el segundo 72, la suerte estaba echada. En el 73,124 todo había terminado.
El compartimento de la tripulación, que no tenía escotilla de emergencia —se consideraba un vehículo muy seguro—, había caído de manera incontrolada al mar. Sus siete tripulantes probablemente murieron al impactar con el océano o durante el viaje en caída libre, señalaba la agencia EFE.
Discovery: El reinicio
En septiembre de 1988, el Discovery fue el encargado de reanudar las expediciones espaciales de los transbordadores, luego de tres años de paralización debido a la explosión del Challenger.
Tercero de su tipo, fue fabricado en 1983.
Entre sus lauros está el de ser el que puso en órbita y desplegó el primer telescopio espacial: el mítico Hubble.
En febrero de 1995 también sirvió de escenario para mostrar al mundo el estrechamiento de las relaciones espaciales entre Rusia y EE.UU., al transportar a un cosmonauta de la nación euroasiática y aproximarse casi a centímetros a la estación MIR.
El orbitador será parte de la colección del Smithsonian.
Endeavour: Dónde están los calzoncillos
Construido como sustituto del Challenger en 1991, el Endeavour completó su último vuelo a fines de mayo pasado. El 18 de ese mes se acopló a la Estación Espacial Internacional (EEI) y al retirarse puso a prueba un nuevo sistema automatizado que la NASA desarrolla para sus próximas naves.
El principal objetivo de esta misión fue instalar un detector de rayos cósmicos en un segmento de la viga principal de la EEI. También realizaron cuatro caminatas fuera del módulo.
Un dato curioso: A mediados de 2009, debido a un largo aplazamiento de su despegue, no pudo llegar a tiempo con vituallas para los astronautas de EE.UU. que trabajaban en la EEI, por lo que estos se vieron obligados a pedir prestada ropa interior a sus colegas rusos, informaba entonces la agencia Itar-Tass.
Como pieza histórica, el Endeavour será exhibido en el Centro de Ciencias de Los Ángeles, California.
Atlantis: The end
Fabricado en 1985, el regreso a tierra en los próximos días del Atlantis pondrá fin a la era de los transbordadores Shuttle. Es su misión número 33. Su cuentamillas marca casi 200 millones de kilómetros y su hoja de servicio incluye el lanzamiento, en 1989, de las sondas espaciales Galileo (a Júpiter) y Magallanes (a Venus), según un despacho de la agencia alemana de prensa DPA publicado en el medio digital www.vanguardia.com.mx.
La misión 135 y última de los transbordadores lleva casi cuatro toneladas de suministros para la EEI, de la cual son parte intrínseca. Fueron claves en la construcción de este ingenio, que implicó la colaboración de Estados Unidos, Rusia, Europa, Canadá y Japón.
Atlantis también fue el primer transbordador USA en acoplarse a la estación rusa MIR, en 1995. Fue el primero en traer a la Tierra a pilotos después de una larga misión: tres cosmonautas rusos que habían estado más de cien días en el espacio. Y realizó la última misión de servicio al telescopio Hubble.
Realizó su primer vuelo el 3 de octubre de 1985. Como cuarto ejemplar de la serie, se le aplicaron varias mejoras. Después de esta misión, será exhibido en el Complejo de Visitantes del Centro Espacial Kennedy.