«Sabía que el célebre Enrico Caruso, el llamado “Rey de los tenores” —uno de los más grandes intérpretes de la ópera romántica italiana del siglo XX— rompía una copa cercana a su cara, con las vibraciones de su voz, pero no imaginé que tendría en mis manos un libro repleto de formidables caricaturas hechas por él a unos 400 personajes históricosEl revelador comentario lo hace a Juventud Rebelde el «Psiquiatra de la caricatura cubana», Arístides Hernández Guerrero, «Ares», graduado de médico en el Calixto García en 1987 y como especialista en Psiquiatría en 1992.
«Conocía que el gran cantante de ópera vino a Cuba el 5 de mayo de 1920 y aquí actuó en el Teatro Nacional, de La Habana; La Caridad, de Santa Clara y el Terry, de Cienfuegos, época en que dibujó al gran caricaturista cubano Conrado Massaguer.
«También sabía —dijo Ares— que el símbolo de la ópera italiana en y para el mundo, se divertía mucho haciéndole caricaturas a la cantante y actriz de teatro italiano María Conesa, quien en un aparte de un célebre espectáculo le había apuntado con una pistola de utilería, pero ignoraba que había hecho un libro.
«Bajo el título de Caricaturas, fue publicado en 1914 por la editorial Follia Di Nueva York, en blanco y negro, con alrededor de 200 páginas, en las que aparecen caricaturas de personalidades relevantes de aquella época, entre ellos varios reyes, Papas, zares de Rusia, presidentes de Estados Unidos, músicos y artistas.
«Me llama la atención que son caricaturas de rostros y cuerpo entero, muy bien hechas, no de un improvisado en la materia, y cada una tiene debajo el nombre del caricaturizado y el año en que la hizo. Me resultan sumamente interesantes la del Papa Pío X, el Zar Nicolás II, el presidente norteamericano Teodoro Roosevelt, el compositor Johann Strauss y la del Rey Víctor Manuel III, de Italia».
Caruso nació en Nápoles, en 1873, y debutó en su ciudad natal en 1894. Su primer gran éxito fue al cantar la ópera Fedora, de Humberto Giordano, en Milán, en 1898. Murió de una pleuritis purulenta, también en Nápoles, el 2 de agosto de 1921.