Un experimento dirigido por Arthur Aron, profesor de Psicología en la Universidad de Nueva York, demostró que mirar fotos de la persona que amas puede aliviar el dolor entre un 36 y un 44 por ciento de su intensidad.
El estímulo de un amor intenso activa las mismas áreas sobre las que actúan analgésicos como el paracetamol y las drogas más poderosas, según demostraron las imágenes de cerebros escaneados. Uno de estos sitios claves es el núcleo accumbens, grupo de neuronas del encéfalo que actúan como centro de recompensa en la adicción a los opiáceos y la cocaína, ordenando al cuerpo ir por más para sentirse mejor.
El estudio confirma que es posible aliviarse sin abusar de los narcóticos o los medicamentos gracias a la química poderosa del amor. Prueba de ello es que muchas madres logran eliminar malestares de sus bebés a base de mimos y sin fármacos.
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