J.P.: Soy una muchacha bastante joven, y tengo una relación con un hombre mayor, que además está casado. Al principio, hablamos claro y él me especificó que no quería que hubiese sentimientos profundos. Yo acepté todas sus condiciones, pero con el roce y el cariño que me da, siento que lo estoy queriendo y me da miedo demostrárselo por temor a que se cohíba conmigo. Nunca antes he estado enamorada, por lo que no sé si ahora lo estoy. ¿Podrían ayudarme?
Demostrar o velar tus sentimientos pueden ser maneras de disfrutar el vínculo. Si velar estimula tu secreta satisfacción y aviva el afecto que te da, puedes mantener ese pacto de goce. Si te hiciera daño disimularlo, podrás decidir si asumes el riesgo de la demostración, con la posibilidad de su cohibición.
Nadie decide lo que siente, aunque sí puede elegir la posición y conducta que asumirá respecto a sus vivencias.Es una condición y promesa engañosa esa de excluir sentimientos. Más bien, da rienda suelta a su despliegue.
Tu cuerpo se encarga de expresar esos afectos incontenibles. Es posible que esté alimentando ese cariño que continúa dándote, aunque ambos cumplan el «pacto» de no hablar de «sentimientos profundos» (eufemismo de la palabra amor).
No se puede pretender que una relación mantenida en el tiempo, quede estancada en su primera etapa. Las condiciones y posibilidades del principio, varían en la medida que aumenta o disminuye la complicidad, el placer, la intimidad entre ambos.
Saber si estás enamorada requiere elucidar esos sentimientos que acallas. Para eso habrá de hablar con tu pareja u otra persona. Está relación también está condicionada a que él está casado. ¿Tendrán su pacto y tus sentimientos relación con esto?
Mariela Rodríguez Méndez, Máster en Sicología clínica
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