El deseo sexual responde a un complejo proceso sicológico, neurológico y endocrino, donde participa el sistema reproductor, pero la identificación exacta de las causas podría ofrecerla un estudio médico
V.V.: Mi esposa me manifiesta que nunca desea las relaciones sexuales, aunque no deja de tenerlas. No me rechaza y cuando vamos avanzando en el acto no le es desagradable. Hace siete años fue operada de un fibroma y le retiraron el útero, solo le dejaron los ovarios. Tiene 57 años y no sabe si su falta de deseo es producto de la menopausia o de la operación. Yo, aunque quedo satisfecho sexualmente, no me siento bien al saber que ella no desea la relación, incluso si la disfruta como yo.
El deseo sexual responde a un complejo proceso sicológico, neurológico y endocrino, donde participa el sistema reproductor. La identificación de las causas podría dársela un estudio médico. La menopausia, la diabetes, la insuficiencia renal, algunos medicamentos y enfermedades neurológicas o endocrinas pueden dificultar ese deseo. A veces, también las intervenciones quirúrgicas.
El descenso de la libido puede ser síntoma de problemas de salud mayores, por eso debemos acudir al médico cuando aparece. Tratando la causa orgánica puede mejorar el apetito sexual, si no hay otros conflictos en la relación o afecciones sicológicas que la inhiban, más allá del buen funcionamiento fisiológico.
El deseo puede ser despertado de manera externa cuando se recibe la estimulación adecuada, tal como sucede con su esposa. De ahí la importancia de los factores sicológicos para una buena respuesta sexual. Puede que ella no sienta un impulso sexual que la lleve a buscarle, pero sí desea amarlo y disfrutar de esa intimidad que saben crear para su deleite. Su organismo no la condiciona más que su amor por usted. ¡Felicidades!
Mariela Rodríguez Méndez, máster en Sicología Clínica
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