J.A.: En la secundaria, fuimos tres mejores amigos que un día terminaron en un trío de dos muchachas y yo, hasta que aparecieron los celos en una de ellas y nos traicionó. Quedé como novio de la otra por cinco años. Fue una relación tan importante que cuando me llamó después de la separación dejé a mi nueva novia para volver con ella. Sin embargo, todo fracasó porque ella continuó su noviazgo. Me di cuenta de que era solo sexo y terminé. Ahora estoy solo y de repente me llamó la otra muchacha. Se me insinuó y yo no sé qué hacer. Temo volver a ser «apuñalado». Tengo 22 años.
Tal vez lo mejor sea prestar atención a este «no saber» antes de pasar al acto. ¿Resulta suficiente su insinuación para despertar tu deseo? ¿Quieres a esta amiga de la adolescencia como pareja hoy? ¿Qué te inspira? ¿Qué tipo de relación quisieras mantener con ella?
Es importante valorar qué te inspira esta mujer que dejaste ir, sin intentar recuperarla en todos estos años y qué tipo de relación desearían establecer ahora.
No es muy raro que los amigos de la adolescencia confundan sus sentimientos y giren alrededor de esas sensaciones eróticas que les resultan enigmáticas Sin saber cómo responder a ese despertar del cuerpo. Es este un período para descubrir que condiciones despiertan nuestro interés y nos llevan a la elección amorosa. Entretanto, hay vínculos más o menos placenteros, más o menos íntimos que van mostrándonos lo más significativo para establecer pareja.
Ahora, habría que intentar comprender lo sucedido en aquella etapa cuando sus reclamos no fueron suficientes para decidirte por ella. Estás en otro momento de tu vida y sabes que no siempre conviene dejarse llevar por la insinuación o demandas de ellas; sin defender aquello que deseas tú.
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