Mi cuñada tiene 18 años y se ha empeñado en despertar una atracción intensa. Trato de evitar por todos los medios quedarme a solas con ella
J.S.: Me encuentro en una relación que, sin idealizarla, es lo más cercano posible a la perfección. Amo a mi esposa, me gusta muchísimo. Vivo en una casa cómoda con su familia. Mi cuñada tiene 18 años y se ha empeñado en despertar una atracción intensa. Trato de evitar por todos los medios quedarme a solas con ella, pues el atrevimiento de sus acciones se ha ido incrementando. No creo que esté enamorada de mí, sino que está confundida porque soy el primer novio de su hermana y el único joven con quien tiene una relación estrecha. Pero ya se me ha mostrado desnuda y recientemente me practicó sexo oral mientras dormía al lado de su propia hermana. Sinceramente no sé si acostarme con ella o no. Aconséjeme.
Usted tendrá que elegir según lo que le importe más: su amor o su goce. Consienta a esta atracción, solo si está dispuesto a perder su matrimonio, sin importar la repercusión que conlleve. De lo contrario, tendrá que ser firme y romper este juego, del cual hoy participa con gusto. Allí donde hubiera podido cortar, prefirió entregarse. Así, se hizo responsable de representar su papel en la escena que esta hermana forja.
Debe percibir que mientras consiente sus atrevimientos, ella se expone más para su hermana. Cabe suponer que el verdadero reto para ella no sea usted, sino alcanzar la mirada de su hermana, mientras le arrebata algo supuestamente suyo. Usted, creyendo ser objeto de deseo, pudiera convertirse en objeto de una discordia que lo trasciende y antecede. Es muy probable que todo se desvanezca una vez que esta hermana realice su fantasía.