Y.A.: Tengo una relación con quien fuera mi mejor amigo. En esta nueva fase nos hemos entendido y compenetrado hasta determinar tener relaciones sin protección, a pesar de que no uso anticonceptivos. Él desea que formemos una familia de inmediato. Le he explicado, de varias maneras, que no estoy preparada para dar ese paso, aunque confieso que lo deseo. La responsabilidad es más grande. Ya no se trata de un novio o marido, sino de una criatura que depende a tiempo completo de nosotros y eso es lo que él no entiende. Dígame qué hago. Tengo 20 años.
Tus palabras van por el lado de la negativa cuando tus actos llevan a la realización del deseo de ser madre. Es un hecho que estás teniendo relaciones desprotegidas y el embarazo está entre sus consecuencias. A nivel de actuación parece que sí tomaste la decisión de embarazarte, a pesar de no sentirte capaz de responsabilizarte por tu deseo de tener un hijo. Teniendo lo anterior como premisa pudiéramos pensar que en verdad no sabes cómo asumir ese hijo.
Es cierto que la maternidad traería cambios esenciales en tu vida. Sería necesario reorganizarla para ayudar a crecer a ese nuevo ser. Quizá debas pensar cómo harías si efectivamente sales embarazada. Ambos podrían imaginar qué cambios introducirían en sus vidas en función de su bebé. Ambos deben decidir cómo actuar. Es posible que elijan postergar ese momento. En ese caso, deben usar al menos un método anticonceptivo, pues la interrupción del embarazo no es la mejor opción. Muchas mujeres pierden su oportunidad de ser madres como secuela de una interrupción.
Mariela Rodríguez Méndez, máster en Psicología Clínica y psicoanalista
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