J.L.: Siempre fui un tipo de la calle, con muchos enredos de faldas, como me enseñaron mis hermanos mayores. Ahora tengo una novia que antes fue mi amiga nada más, pero siempre me gustó como ninguna. El caso es que estoy tranquilo y quiero seguir así, pero no me cree porque mi pasado fue turbio, hasta de ser mantenido por mujeres mayores. ¿Uno no puede dejar atrás la mala fama y elegir el amor? ¿Cómo hago para que me crea si paso las 24 horas con ella en la casa y el trabajo?
Ella necesitará que le hables de amor, además de pasar las 24 horas juntos y elegir amarla. Cuando una mujer reclama, pide razones, cuestiona, puede desear escuchar la palabra que la conmueva y edifique como blanco del deseo y el amor que quiere sostener.
La relación entre los sexos es sumamente compleja porque la manera de hacer lazo es aceptar el abismo que los separa, las múltiples diferencias entre uno y otro. No son pocos los hombres que ofrecen los actos más heroicos como prueba de amor y luego quedan decepcionados porque ellas no captaron la señal. No son pocas las mujeres que se sienten solas y abandonadas con un hombre que las acompaña, pero guardan silencio, y suelen sumirse ambos en sus mundos paralelos, aunque estén juntos.
Es posible que esa fama los una tanto como los separa. Todo dependerá de tu posibilidad de emplear las palabras que ella necesita en aras de creerse elegida, como ninguna, por ese hombre que también es capaz de enredarse entre otras sayas.
Por ahora se mantiene a tu lado. Solo pide la prueba de amor que tu palabra puede ofrecerle, unida a la elección y el acto.
Mariela Rodríguez Méndez, máster en Sicología Clínica
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