El estudio realizado por los expertos Tamar Gefen y Caren Nassif, de la Escuela Feinberg de Medicina en la Universidad del Noroeste, en Estados Unidos, pudo examinar los cerebros de 24 personas
Todos deseamos poseer una memoria prodigiosa, aun cuando superemos los 80 años. No es frecuente, pero algunas personas la tienen. ¿Por qué algunos sí y la mayoría no? Una investigación ha encontrado que esos ancianos de mente prodigiosa tienen algo en común en sus cerebros.
El estudio realizado por los expertos Tamar Gefen y Caren Nassif, de la Escuela Feinberg de Medicina en la Universidad del Noroeste, en Estados Unidos, pudo examinar los cerebros de 24 personas. De ellos, seis ancianos con memoria prodigiosa, siete ancianos con el nivel cognitivo normal para su edad, seis jóvenes y cinco individuos en las fases iniciales de la enfermedad de Alzheimer.
Midieron el tamaño de las neuronas en la segunda capa de la corteza entorrinal del cerebro, que ejerce funciones de control de la memoria y es una de las primeras ubicaciones en las que surgen los daños típicos de la enfermedad de Alzheimer. También midieron la presencia de marañas tau, un sello distintivo de esta dolencia.
Comprobaron que las neuronas de esa región clave para la memoria eran significativamente más grandes en las personas con una memoria prodigiosa en comparación con las de gente de su franja de edad con el deterioro normal propio de dicha edad, individuos con enfermedad de Alzheimer en fase inicial e, incluso, individuos sanos y varias décadas más jóvenes que los ancianos con memoria prodigiosa. Y estas neuronas de gran tamaño no albergaban marañas tau.
Si estos ancianos con memoria prodigiosa tienen neuronas más grandes que las de gente sana más joven demuestra que desde el nacimiento, poseen algún tipo de ventaja neurológica.
El estudio se titula Integrity of neuronal size in the entorhinal cortex is a biologic substrate of exceptional cognitive aging, y puede consultarse en la revista académica Journal of Neuroscience.
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