Una exposición didáctica, emplazada en el Gran Teatro de La Habana Alicia Alonso,visualiza la creación del más grande escritor de la literatura hispana
A disfrazarse a la usanza del Siglo de Oro e interactuar con personajes cervantinos, mediante gafas tridimensionales, máscaras, juegos de espejos, una mirilla, frascos de vidrio, naipes, lunas, ovejas, peces y una lluvia de monedas, invita la muestra Dieciséis personajes que maravillan y… Miguel de Cervantes, que desde hace una semana se exhibe en el Gran Teatro de La Habana Alicia Alonso.
La exposición permite disfrutar de la vida literaria de Cervantes (1547-1616): desde su primera creación, La Galatea (1585), una novela pastoril; a la última: Los trabajos de Persiles y Sigismunda, relato bizantino que se publicó póstumamente, en 1617.
Son sus creaciones literarias las que dibujan la figura de Miguel de Cervantes Saavedra, por lo que los protagonistas de la muestra son sus propios entes de ficción, sin olvidarle a él: su creador.
Para iniciar el recorrido es preciso traspasar primero una puerta ficticia que da paso a un cuadro cronológico sobre la vida y obra del eminente escritor español. La integran nueve módulos-libros, de casi dos metros de altura, abiertos e ilustrados.
En sus páginas aparece la escenografía que representa a los personajes nacidos de la imaginación de Cervantes, así como elementos de atrezo y la identificación de las obras (personaje, título y libro al que pertenece, fecha y resumen de la trama). Los ocho primeros son de color rojo y contienen a los personajes creados por el literato. Mientras, el último está dedicado por completo al autor.
Seducen estos retratos realizados por Pedro Moreno a partir de la obra cervantina. Encontramos así, magistralmente dibujados por Moreno (premio nacional de Teatro, 2015, España) en el primer módulo, a la pastora Galatea, acompañada de sus inseparables ovejas —que esta vez son de madera— y a los protagonistas de Los trabajos de Persiles y Sigismunda.
Le siguen, en los próximos tres, Don Quijote y Sancho Panza, Dorotea y el Caballero de la Blanca Luna, los duques, y Clavileño. De las Novelas ejemplares (1613) vemos en los módulos cinco y seis, a Rinconete y Cortadillo, entre naipes, junto al licenciado Vidriera, acompañado de frascos de vidrio. Mientras tanto, bajo una lluvia de monedas aparece bailando Preciosa, la gitanilla, y muy cerca de ella Cipión y Berganza, dos perros que para escucharlos hay que ponerse sus máscaras.
A Chanfalla y doña Lorenza, la Gran Sultana y Pedro de Urdemalas (cuatro personajes de teatro) los hallamos en los dos siguientes. El noveno libro-módulo, dedicado por completo a Cervantes, se encuentra ubicado en un lugar privilegiado de la sala expositiva y pone fin a este apasionante viaje.
El espacio dedicado al genial fabulador es de color azul, a diferencia del resto, e incluye una cronología completa de su vida y un audiovisual. Junto al mismo se encuentran unos cajones con ropa y complementos típicos de la época, como gorgueras, telas, gorros, sombreros, que pueden ser usados para disfrazarse y hacerse una fotografía usando la cubierta a modo de photocall.
Estas «escenografías» permiten asomarse a la desbordante imaginación del Manco de Lepanto e introducirse en ella gracias a la existencia de elementos interactivos. Según palabras de Rosa Navarro Durán «se ha escogido el número 16 para subrayar el año que une el de su muerte en 1616 y el de esta conmemoración en 2016, aunque algunos de esos personajes llevan de la mano a otros, porque Rinconete no quiso dejarse retratar sin Cortadillo, ni la duquesa sin el duque, ni Chanfalla sin la Chirinos, ni tenía sentido dejar que saliese solo Berganza sin Cipión, ya que no hubiera sido imaginable el coloquio de los perros. Ni tampoco se podían separar a dos peregrinos que recorrieron paisajes fantásticos y reales para estar toda la vida juntos: Persiles y Sigismunda».
«Hemos querido plasmar la esencia de cada personaje y estimular la imaginación con un lenguaje lúdico y didáctico», expresó a Juventud Rebelde Kike de la Peña, quien tuvo a su cargo el diseño y montaje de la propuesta.
Concebida en 2016 para conmemorar los 400 años de la muerte de la máxima figura de la literatura española, Dieciséis personajes que maravillan… ha sido producida y organizada por Acción Cultural Española, la Embajada de España en Cuba y el Gran Teatro de La Habana.
Se ha visto de manera simultánea en América Latina y España, aseguró De la Peña. Gracias a ella los personajes cervantinos están ahora en La Habana de la mano de su creador, invitándonos a ser por un momento como Don Quijote de la Mancha «ingeniosos, locos y libres», y también como Sancho Panza, «sensatos, fieles y prácticos», añadió.
La exposición, devenida en un espacio mágico y literario, estará abierta al público hasta el próximo 30 de abril en el vestíbulo de la sala García Lorca del Gran Teatro. Desde que fue inaugurada y durante todo el mes de enero, el Ballet Nacional de Cuba, en el mismo teatro, interpreta todos los fines de semana, la pieza Don Quijote, inspirada en el más conocido texto de Cervantes, considerado como la obra cumbre de la literatura española.
Dieciséis personajes que maravillan … invita a la lectura y nos recuerda que todas esas creaciones salieron de la imaginación e inmensa capacidad expresiva del autor de El Quijote, como bien expresó Rosa Navarro Durán, catedrática de Literatura Española de la Universidad de Barcelona y comisaria de la exposición.
Quienes a la muestra se acerquen vivirán una experiencia original, instructiva y divertida. Una manera diferente de recorrer letra a letra el universo literario del escritor español, adentrarse en el mundo de sus protagonistas y también de un hombre que todavía hoy ilumina nuestra cultura.
A los personajes Chanfalla y doña Lorenza los hallamos también en la singular exposición.
Pedro de Urdemalas es el protagonista de una de las más originales obras teatrales cervantinas.
Ilustración original de Pedro Moreno para la exposición Dieciséis personajes que maravillan y... Miguel de Cervantes.
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