Jóvenes escritores del país se sumaron a esta iniciativa del Instituto Cubano del Libro y la Asociación Hermanos Saíz con el propósito de acercar la poesía a la gente en diversas ciudades de la Isla
Por supuesto que será inolvidable. Éramos cinco. Cuatro poetas y un trovador. Recorrimos casi toda la Isla con los versos de Casal y Martí.
Jesús David Curbelo y Jamila Medina se turnaban la presentación de Un loto blanco de pistilos de oro, compilado, prologado y con notas de Salvador Arias, un libro editado por Letras Cubanas para homenajear a Julián del Casal en el aniversario 150 de su natalicio.
Manuel Leandro Ibarra presentaba Quiero una canción, jóvenes trovadores cubanos, publicado por Ediciones La luz. Legna Rodríguez Iglesias leía sus poemas, yo guardaba las memorias en videos.
Fue un recorrido verso a verso, de ciudad en ciudad. Encontrábamos a nuestro paso a algunos amigos, construíamos un mapa poético.
Guantánamo. Santiago de Cuba. Manzanillo. Bayamo. Holguín. Gibara. Las Tunas. Camagüey. Villa Clara. Cienfuegos. Mayabeque. Artemisa y Pinar del Río.
Bicitaxis. Motos. Coches. Ladas. Yutong. Viazul. Girón. Caminatas.
Lecturas y canciones:
Jamila. Huecos de Araña. Del corazón de la col y otras mentiras. Anémona. Primaveras cortadas.
Legna. El momento perfecto. Tregua Fecunda. Chupar la piedra. Chicle.
Curbelo. Parques. Las quebradas oscuras. El lobo y el centauro. Salvado por la danza. Dialéctica del silencio.
Yunier. Cuchillos. Claustrofobias. Exhumaciones.
Manuel. Vivo. Alma. Alta hora de la noche. Patria. Mortal. Despierta. Naufragio.
Fue esta una gira inusual, sin guagua ni grandes carteles, una gira extraña para muchos. ¿Qué hacen unos escritores de gira por Cuba en pleno agosto?, como si los escritores no lo necesitaran.
En algunos lugares con atenciones especiales, pero de todos los lugares nos quedaba alguna alegría, algún encuentro inolvidable con un lector, con un amigo, con un libro; de Oriente a Occidente, hasta terminar en Pinar del Río.
Muchos poetas se sumaron a nuestro paso por cada provincia, se fusionaban los estilos poéticos, las tendencias, las estéticas. Era una clarinada poética que pasaba por Cuba, un pretexto para hacer notar la poesía acompañada por la trova más joven. Trovadores jóvenes que también se sumaban a los conciertos. Fue un pretexto para leer y cantar en plazas públicas, comunidades, instituciones, un pretexto para un intercambio de lecturas, que ojalá se repita con otros protagonistas.
Verso amigo fue una de las acciones del Instituto Cubano del Libro y la Asociación Hermanos Saíz para acercar la poesía a la gente, una gira integrada por jóvenes escritores cubanos. Casi todos con la edad de Casal antes de morir, todos con la felicidad de la coincidencia Casal/Martí para un homenaje, todos agradecidos y deseosos de que no sea esta la última gira, para que los lectores puedan acercarse y preguntar lo que deseen frente a frente, para encontrar algún título necesario escrito por cubanos.
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