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TEGUCIGALPA, abril 8.— La Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) se reunió esta jornada y proseguirá este martes para analizar la crisis diplomática provocada por el asalto de la policía de Ecuador a la embajada de México en Quito, acción violatoria de los convenios internacionales que estipulan la inviolabilidad de las sedes diplomáticas y reconocen el derecho de asilo.
La acción, ejecutada el viernes en la noche para apresar al exvicepresidente ecuatoriano Jorge Glas, quien se encontraba en la legación mexicana como refugiado y al que ese país le había concedido ya asilo político, provocó la ruptura de relaciones por parte de México, cuyo personal en la capital ecuatoriana ya regresó a su país.
La cita fue convocada de urgencia por la presidenta pro tempore de la Celac, la jefa de Estado de Honduras, Xiomara Castro, quien explicó en su perfil en la red social X que lo hacía «ante la evidente violación de la Convención Americana sobre Asilo y de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas por parte del Gobierno de Ecuador, al tomar por la fuerza la embajada de México en Quito (…)».
Según detalló en el mensaje, emitido el sábado, la Troika de la Celac (integrada por Trinidad y Tobago, que acaba de culminar su período en la presidencia, la propia Honduras y Colombia) se reunirían el lunes, en tanto los cancilleres eran convocados para este martes, citas que se efectuarían de manera virtual. «La reunión de presidentes será programada», afirmó.
Al dar a conocer en conferencia de prensa los próximos pasos a dar por México, la canciller de ese país, Alicia Bárcena, ratificó este lunes que presentarían una demanda ante la Corte Internacional de La Haya y pedirían el respaldo de las cancillerías y los países de la Celac, además de enviar una carta al secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, para que sea presentada ante toda la membresía de la ONU, el Consejo de los Derechos Humanos y la Asamblea General.
También la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de los Pueblos (ALBA-TCP) condenó los hechos y consideró las acciones como «discrecionales e ilegales», así como un quebranto a la soberanía de los países hermanos «inadmisible».
La toma policial y violenta de la embajada de México ha recibido amplio rechazo en la comunidad mundial. Según informó Bárcena, 29 naciones han manifestado el respaldo a su nación.
