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Llega a Sochi último grupo de delegados cubanos. Autor: Yuniel Labacena Romero Publicado: 02/03/2024 | 09:55 am
SOCHI, Moscú.- Al filo de la media noche de este viernes (hora local) y desafiando una temperatura que rondaba los ocho grados, que no es mucho para los habitantes de la urbe, aunque sí demasiado para quienes venimos de los calores caribeños, llegó el último grupo de la delegación cubana para participar en el Festival Mundial de la Juventud, que comienza oficialmente este sábado en esta hermosa ciudad balneario.
Fueron más de 30 representantes encabezados por Aylín Álvarez García, primera secretaria del Comité Nacional de la UJC, y jefa de nuestra delegación, quienes desde el mismo Aeropuerto Internacional de Sochi distinguieron por el tono de nuestras voces, los atuendos con los símbolos patrios y, en especial, por la bandera de la vanguardia política juvenil que portaban a su entrada al recinto.
En ese instante los rostros de Mella, Camilo y el Che del emblema de la UJC, lucieron más hermosos que de costumbre y, también, cobraban más fuerza el estudio, el trabajo y el fusil, esas grandes tareas que la Revolución siempre ha puesto en manos de los jóvenes, como continuidad histórica de las luchas libertarias que han asumido y asumen en este nuevo contexto que vivimos.
Junto a los recién llegados también estaba Juan Carlos Marsán Aguilera, vicefeje del Departamento de Relaciones Internacionales del Comité Central del Partido, y un invitado muy especial: Elián González Brotón, aquel niño que movilizó en su defensa al pueblo cubano -y además, a buena parte de la solidaridad internacional, para conseguir que regresara con su padre desde los Estados Unidos.
Tras la necesaria acreditación en el Sochi Park Hotel - devenido villa del evento-, una algarabía irrumpió en el edificio K 3, donde cobija la representación antillana. Lo sucedido -primero- en las afueras de este bloque hotelero y, poco después, en su lobby no pudo ser detenido ni por el cuerpo seguridad, que por estos días protege a los participantes en un evento que reúne a más de 20 000 jóvenes de unos 180 países.
Quienes desde el jueves último comenzaron a descubrir Sochi salieron al encuentro y el abrazo urgente con sus hermanos de lucha, con la familia. Junto a ellos, además, delegados de Venezuela, Rusia, Vietnam..., amigos muy cercanos a Cuba, quienes al escuchar nuestro ritmo contagioso y, en especial La Guantanamera nuestra, interpretada por músicos de la talla de Abel Geronés Morales, Eduardo Corcho Torres y Christopher Simpson, se fumaron a la fiesta.
Delegación cubana. Foto: Yuniel Labacena Romero
Fueron muchos los vivas a Cuba, a Fidel y a la propia juventud, que se escucharon en el recinto bellamente decorado a su entrada con una particular luz: sobre el césped están las cuatro letras de un país que ha resistido, luchado y vencido frente al más poderoso imperio, un país que sabe que el diálogo, la cooperación y la solidaridad son la ternura de los pueblos.
Nuestra Cuba en mayúsculas penetra en ese espacio verde, con los colores de la bandera más bella que existe, y se convierte en un patrimonio que los amigos de otras naciones, igualmente, valoran, y expresan su alegría de tenernos más cerca. Y esa identidad deviene espacio para tomarse decenas de foto, como tributo también a la Isla mayor de los sueños.
Cuba ya está más completa en Sochi, aquí late la dignidad de la Patria, el orgullo de ser cubanos nos acompaña en cada momento y estremece. Que comience el Festival Mundial de la Juventud, que desde la unidad en la diversidad se habrán nuevos caminos, ideas y oportunidades para lograr un mundo mejor. Como el lema del Festival: ¡Empecemos el futuro juntos!
