Las expectativas generadas por la venidera Cumbre del Mercado Común del Sur genera amplio interés en la región latinoamericana. Autor: Agencia Brasil Publicado: 05/12/2023 | 08:05 pm
RIO DE JANEIRO, diciembre 5.— La entrada de Bolivia al bloque, y la suscripción o no de un acuerdo de libre comercio con la Unión Europea presentado desde 1999 y en negociación hace cuatro años, centran la atención de la Cumbre del Mercado Común del Sur (Mercosur), prevista para este miércoles y jueves aquí.
El presidente anfitrión, Luiz Inácio Lula da Silva, ha insistido en la necesidad y su esperanza de que el convenio sea aprobado ahora, cuando su país está a punto de concluir la presidencia pro témpore del grupo, que asumirá luego Paraguay.
Sin embargo, todo no parece sobre ruedas. Existen reclamos del Mercosur que no se han resuelto en las negociaciones con la UE. Aunque algunas fuentes atribuyeron al presidente electo argentino, Javier Milei, la falta de disposición para aprobar el acuerdo, el canciller actual y saliente, Santiago Cafiero, ha declarado que Buenos Aires, aún bajo el gobierno de Alberto Fernández —Milei asume el día 10—, no lo suscribirá.
En entrevista concedida al diario La Nación, Cafiero estimó que «Las conversaciones seguirán y el trabajo realizado es mucho, pero no están dadas las condiciones para firmar el Acuerdo (…) Seguiremos trabajando para lograr las incorporaciones que son necesarias para que las brechas y asimetrías entre los dos bloques no solo no aumenten, cristalizando al Mercosur como proveedor de materias primas, sino que se reduzcan en la conformación cadenas de valor equilibradas».
Durante la llamada Cumbre Social del Mercosur, celebrada aquí en la víspera de la cita presidencial, representantes de organizaciones de la sociedad civil de los países implicados calificaron este martes el acuerdo con la Unión Europea como neocolonial y pidieron a sus gobiernos negociar uno nuevo, reportó Telesur.
Las organizaciones consideran que el texto básico es injusto y desigual, ya que contiene disposiciones que favorecen una jerarquía en las relaciones entre sudamericanos y europeos, en detrimento de los primeros.
La cita de los movimientos populares y sociales fue bienvenida por el secretario ejecutivo adjunto de la secretaría general de la Presidencia brasileña, Flávio Schuch, quien celebró la reanudación del Mercosur Social y la posibilidad de retomar el diálogo directo del Gobierno federal con representantes de la sociedad civil.
Apuntó, en ese mismo sentido, que es necesario ampliar el debate sobre temas que afectan a los gobiernos y a los pueblos de América del Sur: «La posibilidad o no de un acuerdo del Mercosur con la Unión Europea es directamente proporcional a la posibilidad de escuchar las aspiraciones de la sociedad civil. El presidente Lula ha insistido mucho en la necesidad de retomar la participación efectiva de la sociedad», afirmó.
Observadores señalan que las negociaciones entre el Mercosur y la Unión Europea en pos del tratado de libre comercio están en punto muerto, tras varios desencuentros entre los dos bloques.
Santiago Peña, jefe de Estado de Paraguay, ha dicho que su país, presidente pro témpore del Mercosur en breve, no dará prioridad al diálogo con los europeos y que apostará por otros mercados si ahora no se constata un convenio.
Desde Berlín, donde se encontraba como parte de una gira internacional, Lula afirmó el lunes que todavía tenía la esperanza de que se firme el acuerdo comercial, señaló PL.
Reconoció que existen obstáculos recientes en las negociaciones, como las críticas del presidente francés, Emmanuel Macron.
Sin embargo, el Presidente de Brasil también estimó que «si uno no concluye el acuerdo es porque pienso que nosotros estamos siendo irrazonables con las necesidades que tenemos de avanzar en los acuerdos comerciales, políticos y económicos». Lula consideró que la Cumbre en Río de Janeiro es un «momento decisivo» para la negociación.