La Paz.— El recién nombrado presidente de la estatal Yacimientos de Litio Bolivianos, Marcelo González Saique, aseveró que se entrará a la etapa de la industrialización de ese recurso y anunció que tiene la misión de instalar plantas para ello.
«Tenemos los recursos humanos calificados, estamos listos para entrar a la etapa de industrialización del litio», manifestó González al ser posesionado este lunes, sin desconocer el retroceso que representó para esos propósitos la gestión de Jeanine Áñez: «El desafío es grande luego de haber prácticamente tenido parada un año nuestra planta donde no hemos tenido, inclusive, comercialización de los productos», declaró tras su asunción.
El Gobierno del presidente Luis Arce impulsa el proyecto de industrialización que, en una primera fase, comenzó con la implementación de plantas piloto para explotar los recursos evaporíticos de los salares del país.
Tan importantes son los yacimientos de litio en Bolivia, y tanta fuerza tiene hoy ese mineral en el mercado, que políticos bolivianos y observadores foráneos han considero que su posesión estuvo entre los motivos geoestratégicos que alentaron el golpe de Estado escenificado por el ejecutivo de Áñez, aunque los autores intelectuales estaban en otra parte.
Al esgrimir esa tesis, analistas del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales han aseverado que alrededor del 85 por ciento de las reservas de litio existentes en el mundo se encuentran en el denominado Triángulo del litio, compuesto por Argentina, Bolivia y Chile.
Esas reservas, afirma un estudio publicado por la entidad, se encuentran en condiciones de explotación únicas y por ese motivo permiten costos de procesamiento y producción mucho menores a los de los combustibles fósiles.
Según el análisis, el litio constituye en la actualidad un recurso natural estratégico porque se consolida como factor clave en el cambio de matriz energética —se necesita para la confección de acumuladores eléctricos que permiten contener la energía mediante recursos renovables— y, además, porque es determinante en la modificación del patrón tecnológico, ya que las baterías denominadas ion-litio serán, asegura, «el motor que impulsará la movilidad de los próximos años mediante los autos eléctricos. Además estas baterías son utilizadas en casi todos los dispositivos electrónicos portátiles como celulares, y computadoras».