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La destitución de Vizcarra revivió las protestas en Perú. Autor: AP Publicado: 10/11/2020 | 11:43 pm
LIMA, noviembre 10.— Manuel Merino, hasta el lunes titular del Parlamento de Perú, asumió este martes como presidente luego de la destitución de Martín Vizcarra, quien había asumido como él en marzo de 2018, tras la obligada renuncia de Pedro Pablo Kuczynski, envuelto en un escándalo de compra de votos a cambio de obras públicas.
La salida, ahora, de Vizcarra, ocurre luego de que el Congreso declarara su «permanente incapacidad moral» en un juicio político que ocurre cinco meses antes de las elecciones generales.
La llamada «moción de vacancia» contra Martín Vizcarra fue aprobada con 105 votos a favor, 19 en contra y cuatro abstenciones, lo que superó el número de apoyos exigidos por la Constitución, que era de 87 de 130 diputados, y resultó para algunos observadores como una votación inesperada. Un intento por destituirlo hace algunas semanas había resultado infructuoso.
La iniciativa, apuntaron despachos de prensa, fue impulsada por acusaciones de corrupción contra el ya expresidente, en atención a alegados hechos ilegales en su etapa como gobernador de la región sureña de Moquegua (2011-2014).
Sin embargo, según había afirmado la agencia DW, Vizcarra habría tenido una relación fluida y coordinado reuniones privadas con quienes le acusaron de haber recibido sobornos millonarios durante esa etapa.
Así, dijo la publicación alemana, se desprende de chats dados a conocer el domingo por medios de prensa peruanos que tuvieran acceso al contenido del teléfono del exministro de Agricultura José Hernández (2016-2018), próximo al mandatario depuesto, y de quien se sospechaba era uno de los aspirantes a colaborador eficaz (delator premiado), quien acusó al mandatario ante la Fiscalía, en el marco de una investigación amplia de ese ente por escándalos de corrupción ligados a Odebrechet.
Periódicos como La República dieron cuenta este martes en la tarde de protestas en las calles contra la destitución de Vizcarra —de quien se dice contaba con amplio respaldo popular—, cuando ya Merino había jurado como presidente de Perú y abogado por la unidad nacional para superar la crisis política, económica y sanitaria que atraviesa ese país, y en la que ha dejado su marca la alta mortalidad por la COVID-19.
En alocución al pueblo y al Congreso, el nuevo mandatario aseguró que superar la situación será posible con el concurso de las fuerzas políticas democráticas y las organizaciones de la sociedad civil, y adelantó que formará un gabinete de consenso. Merino reiteró el interés de su Gobierno de respetar el calendario de las próximas elecciones previstas para el 11 de abril de 2021, reportó PL.
Nuestro compromiso es llevar una transición democrática, afirmó.
La inestabilidad política en Perú es una constante desde la destitución de Alberto Fujimori en el 2000 luego de diez años en el Gobierno, por acusaciones de corrupción y violaciones a los derechos humanos que le valieron la pena de 25 años de prisión, dictada en abril de 2009, recordaron reportes.
Le siguió al frente del ejecutivo Alejandro Toledo, electo en 2001 y cuyo gabinete renunció, luego de reiterada huelga, en junio de 2003, conminado por el mandatario.
En julio de ese año inició su segundo mandato el ya fallecido Alan García, objeto en 2008 de acusaciones por concesiones a la compañía noruega Discover Petroleum.
En junio de 2011 ganó las elecciones el militar retirado Ollanta Humala, quien en 2015 removió a su primera ministra, Ana Jara, por denuncias de que la agencia nacional de inteligencia había espiado a legisladores, periodistas, líderes empresariales y ciudadanos comunes durante años.
En 2016 llegó a la presidencia el exbanquero de Wall Street Pedro Pablo Kuczynski, quien empieza a ser investigado en 2017 por posibles vínculos con el gran escándalo del gigante brasileño de la construcción Odebrecht, acusado de pagar millones de dólares en sobornos a funcionarios y políticos peruanos entre 2005 y 2014.
Su indulto a Alberto Fujimori, en octubre de 2018, desemboca en su obligada renuncia cuando el Congreso se aprestaba a una segunda votación para destituirlo.
