Servir a Venezuela, el sueño satisfecho de Ildris

«No tengo palabras para describir la enorme satisfacción que sentí cuando me llamaron por primera vez colaboradora, porque eso está intrínseco en nuestra formación profesional y revolucionaria: ser médicos para el mundo, servir y velar por la salud del ser humano donde se necesite».

La joven doctora manzanillera Ildris Núñez Verdecia recuerda así los días previos a su partida a cumplir misión internacionalista en la República Bolivariana, otro de sus sueños satisfechos, «los cubanos queremos servir a Venezuela por los estrechos lazos de hermandad que existen entre los dos pueblos y gobiernos», afirma categórica.

Se graduó en Medicina General Integral y acto seguido hizo el diplomado en Terapia Intensiva en el hospital clínico quirúrgico Celia Sánchez Manduley, de Manzanillo, provincia de Granma, y el 12 de diciembre de 2018 llegó a la Patria de Bolívar, «he venido por voluntad propia a dar lo mejor de mí como ser humano y como integrante del Ejército de Batas Blancas, cuya vocación solidaria, humanista y altruista los pueblos del mundo reconocen».

Sus saberes, constancia y entrega han dejado huellas en las salas de Medicina Interna, Terapia Intensiva, y Urgencias y Emergencias Médicas en los Centros de Diagnóstico Integral (CDI) El Paíto, en la ciudad de Valencia, Estado de Carabobo, donde permaneció hasta junio de 2019; cuando fue trasladada al Alán Delfín, centinela, en el Estado de Trujillo.

Frente a la pandemia

Y desde hace unos días trabaja, con el mismo entusiasmo y dedicación, en el hospital Universitario de la ciudad de Maracaibo, en Zulia, demarcación fronteriza con Colombia, donde refuerza el tratamiento y la aplicación de los protocolos médicos a los casos de COVID-19 moderados, graves y críticos recluidos en esa institución sanitaria.

Allá llegó como integrante de la cuarta brigada del Contingente Ernesto Che Guevara, formada por 51 colaboradores cubanos de la Salud especialistas y diplomados en terapia intensiva, enfermeros intensivistas, licenciados, y técnicos en Laboratorio Clínico, Imagenología y Electromedicina seleccionados en los Estados de Aragua, Barinas, Cojedes, Guárico, Miranda, Lara, Trujillo, Portuguesa y Distrito Capital.

Y a pesar de su juventud, 26 años cumplidos, Ildris no titubeó cuando le hicieron la propuesta de acudir a una zona con difícil situación epidemiológica, agravada por la entrada de connacionales procedentes de Colombia, Brasil, Chile, Perú y Ecuador, fundamentalmente, muchos portadores del Sars-CoV-2, causante de la pandemia que mantiene en vilo a la humanidad.

«Seguía las noticias de lo que estaba pasando en esa ciudad y tenía el presentimiento y el deseo de ir a ese escenario, con el mismo objetivo que llegué acá: ayudar, colaborar, luchar por la vida de cualquier paciente, ahora de los afectados por esta enfermedad para evitar el desenlace fatal», enfatiza momentos antes de abordar la nave aérea de Conviasa que trasladó al colectivo hasta este destino crucial en la batalla que libran junto cubanos y venezolanos para romper la cadena de propagación del nuevo coronavirus.

Altruismo sin límites…

«Nunca había estado fuera de mi país, ni de mi casa. Una extraña, siente añoranzas por todas esas cosas, pero se impone el deber como profesional, internacionalista y cubana, por eso estoy aquí dispuesta a enfrentar los desafíos de esta enfermedad y confiada en nuestra victoria, porque nos han preparado bien y contamos con todos los medios para protegernos y proteger a los pacientes».

La brigada dice presente al llamado de salvar vidas en un escenario de gran complejidad epidemiológica.

Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana