Con Cuba para todos los tiempos

CARACAS, Venezuela.— Solo han transcurrido tres días del 18vo. Congreso Latinoamericano y Caribeño de Estudiantes (CLAE); sin embargo, parece que el tiempo de la solidaridad se mueve de otro modo: corre velozmente por la geografía americana y hermana a sus hijos. Eso siente la delegación cubana a esta cita, la cual ha traído temas específicos relacionados con la defensa de nuestra realidad, maltratada por los medios de comunicación al servicio del imperialismo, como ahora mismo sucede con la de esta hermana nación.

No son pocos los que cada día irrumpen el paso de los nuestros mientras se disponen a su intensa jornada. Al principio, lo intentó uno; después, otros se sumaron, y así nace cada día una fila de muchachos y muchachas que se acercan a departir con los jóvenes cubanos. Algunos traen consigo libros sobre la Mayor de las Antillas para que se los dediquen; otros, cámara en mano, piden retratarse con la delegación; y hay quienes se unen solo para desearle larga vida a la Revolución Cubana.

En ese constante ir y venir, no faltan tampoco aquellos que hacen preguntas: ¿Verdad que en su país no tienen que pagar la educación? ¿Cómo es posible que una nación bloqueada garantice políticas públicas para sus estudiantes? ¿Qué hacen ustedes para enfrentar la guerra cultural y simbólica que intenta destruirnos? Entonces, desde la humildad de un país que nos ha enseñado cómo afrontar los obstáculos que puede ponernos la existencia, se desentrañan cada una de esas interrogantes.

Recuerdo ahora al delegado argentino que pidió la palabra en una de las conferencias magistrales de esta cita y cuando subió al podio puso sobre él una tela con el rostro joven de Fidel —máximo inspirador de la Organización Continental Latinoamericana y Caribeña de Estudiantes (Oclae)—, que había traído desde su país «con mucho amor y respeto por ustedes».

Pidió un fuerte aplauso para el Comandante en Jefe de la Revolución, y dijo que Cuba «es un faro, una luz para la región. Ustedes son un referente, un modelo». Tras sus palabras se escucharon consignas y vítores alegóricos a nuestra Isla amada, y luego no fueron pocos los que se fundieron en un abrazo con los nuestros, pues como expresó una delegada brasileña «juntos debemos buscar estrategias para enfrentar con éxito al enemigo número uno de los pueblos».

Caracas cada día amanece con una dinámica más agitada que la habitual, que obliga a los delegados y hasta a los reporteros a realizar verdaderos malabares para atrapar en alguna medida todas las incidencias del evento, y a arriesgarse en la selección de algunas de las muchas discusiones e iniciativas que ocurren. Y con su centenar de integrantes la delegación cubana tiene un protagonismo especial.

Los nuestros están en la decena de mesas de trabajo que funcionan en este CLAE: en unas como moderadores, en otras como ponentes, también en los paneles y foros de solidaridad. Y cuando se les escucha intervenir, hablan desde la experiencia, desde lo que han significado 60 años de constantes agresiones imperiales y de la resistencia de un pueblo que ha sabido crecerse en el fragor de la batalla.

Como lo han expresado en estos días Raúl Alejandro Palmero Fernández y Leidys Laura Jiménez Cárdenas, máximos representantes de la FEU y la FEEM de nuestro país, hemos venido a la tierra de Bolívar, Chávez y Maduro a ratificar, en primer lugar, nuestro espíritu antimperialista, nuestra condena al terrorismo y a la guerra, y para dejar bien claro que solo la unión de los pueblos, de los jóvenes del mundo, nos llevará a la solución de los graves problemas de la humanidad y al triunfo definitivo de nuestra verdad.

En cada espacio —lo mismo en el hotel Alba Caracas, el teatro Teresa Carreño que en el parque Los Caobos, uno de los más antiguos de Venezuela—, se ha escuchado alta la voz de la juventud nuestra y su rechazo al genocida bloqueo económico, comercial y financiero, a la infame Ley Helms-Burton y a la escalada agresiva del imperio para acabar con la Revolución, reinstaurar el capitalismo y reducir a Cuba a la condición de colonia o, peor todavía, de esclava.

De esos derroteros también han hablado a las nuevas generaciones de la región, el Héroe de la República de Cuba Gerardo Hernández Nordelo; el intelectual Abel Prieto Jiménez; Lourdes Cervantes Vázquez, presidenta de la Organización de Solidaridad de los Pueblos de África, Asia y América Latina, quienes forman parte de la veintena de intelectuales, artistas y otras personalidades que en calidad de invitados también están en Caracas.

Por eso el CLAE regala también otras altas notas, como las del rencuentro y el espacio para seguir apostando por el derecho a escoger el destino que eligen los pueblos. Como los nuestros, los 5 000 jóvenes que están en Caracas —epicentro de la lucha contra el imperialismo— se sorprenden, aprenden, saludan, agradecen, luchan y defienden el derecho de todos los hijos de Nuestra América —y del mundo— de vivir en paz.