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SAN SALVADOR, febrero 4.— El presidente electo de El Salvador, Nayib Bukele, llamó a las bases de todos los partidos a la unidad y aseguró que juntos construirán «un mejor país», en acto celebrado el domingo en la noche, poco después de conocerse que alcanzaba el 53,78 por ciento de los votos cuando estaba escrutado el 90 por ciento de las actas.
El presidente saliente, Salvador Sánchez Cerén, del FMLN, felicitó al electo por su triunfo, que obtuvo sin necesidad de segunda vuelta, ya que logró mayoría absoluta en la primera.
Igual actitud asumió el candidato efemelenista, Hugo Martínez, quien alcanzó un 13,7 por ciento, detrás del también derechista Carlos Calleja, que logró el 31,6 por ciento de los sufragios, según conteos que culminarán oficialmente en dos o tres días.
Bukele festejó con sus seguidores en la plaza Morazán, en el Centro Histórico de San Salvador, y consideró que con su triunfo «se pasa la página» de lo que consideró la posguerra, en alusión al conflicto armado sellado con los acuerdos de paz entre el Gobierno y el entonces guerrillero FMLN, en 1992.
Aunque su victoria ha sido calificada de arrasadora, observadores en la web, como el sitio Alnavío.com relativizaban esa definición, tomando en cuenta que la asistencia a las urnas fue del 51 por ciento del padrón electoral —una de las más bajas de las últimas décadas, dijo— y opinó que el resultado es un voto de castigo al FMLN y una muestra de que el electorado que votó tampoco quería volver a los gobiernos de Arena, de triste desempeño durante la guerra.
También se presenta este momento ante la opinión pública como una ruptura de lo que han dado en llamar «el bipartidismo», a pesar de que el FMLN es un partido relativamente joven fundado después de 1992, y de que solo ha estado en el poder por dos mandatos consecutivos.
Bukele hizo su campaña mayormente en las redes sociales, se presenta como un hombre desligado de la izquierda y la derecha, y trae como parte de su discurso la lucha contra la corrupción.
Pero estudios de opinión muestran que la inseguridad es una de las principales preocupaciones de la ciudadanía. Ese es uno de los males heredados de la guerra que, a todas luces, el FMLN no ha podido resolver en dos mandatos.
El Presidente electo se inició en la vida política en el mismo FMLN, del que fue expulsado por asuntos de principios, según ha trascendido, y ahora está respaldado por GANA (Gran Alianza por la Unidad Nacional), que se autodefine como de «derecha popular».
El Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), por su parte, asumió su revés en las presidenciales como un desafío del cual saldrá fortalecido, siempre junto a los sectores populares, reportó Prensa Latina.
