21
Centenares acompañaron a Haddad en la Caminata de la Paz en Heliópolis. Autor: AFP Publicado: 27/10/2018 | 09:20 pm
Brasilia, octubre 27.— La confianza expresada por Fernando Haddad de que un viraje en las intenciones de voto aún era posible, y el recogimiento y la presunta defensa de las leyes por parte de Jair Bolsonaro, marcaron las últimas horas antes de la votación del balotaje este domingo, que decidirá el nuevo presidente de Brasil.
Haddad, el candidato del Partido de los Trabajadores que se erige ahora como representante de las fuerzas democráticas y antifascistas, habría descontado la todavía cómoda ventaja que los sondeos estaban otorgando al ultraderechista Bolsonaro, del Partido Social Liberal, según dijo el jueves el Instituto Datafolha: el primero subió de 35 a 38 por ciento en esa encuesta, y el otro bajó de 50 por ciento a 48.
Mientras, otro sondeo realizado por la agencia Vox Populi indicó que Bolsonaro contaba con el 53 por ciento del favor del electorado frente al 47 por ciento de Haddad.
En ese contexto, el exministro de Educación de los gobiernos de Lula y Dilma dijo el sábado, ante una concentración en Heliópolis, en el sur de Sao Paulo, adonde acudieron centenares de sus seguidores, que un viraje era posible este domingo y valoró como muy importante, de acuerdo con lo reflejado por los sondeos, «que la población ha estado tomando conciencia del gran salto a lo oscuro que representa la candidatura de Bolsonaro».
Advirtió que en las últimas semanas se ha querido suavizar su figura «para que no parezca lo que es: una persona truculenta y peligrosa. Es así como él tiene que ser presentado al país», dijo Haddad, según Brasil de Fato.
En efecto, durante la última semana Bolsonaro se mantuvo fiel a la estrategia de exponerse lo menos posible y siguió apareciendo en las retransmisiones diarias de su página de Facebook, con la excepción de una rueda de prensa el jueves, al tiempo que mostraba recogimiento en sus habitualmente agresivas y groseras expresiones públicas.
Según ANSA, el exmilitar permaneció el sábado en su residencia de Río de Janeiro desde donde comandó la campaña, y en contacto con sus más de 8 000 000 de seguidores en las redes sociales, ante los cuales hizo pronunciamientos de respeto a las leyes, al tiempo que reiteraba su propuesta de un cambio profundo en las estructuras políticas de Brasil para enfrentar, dijo, la corrupción.
Pero Bolsonaro dijo ahora que ese cambio deberá estar encuadrado por lo que prescriben «las leyes» y en «defensa de la Constitución».
Señaló, además, que «todo ciudadano debe respetar la ley, cumplir con sus deberes y gozar de sus plenos derechos».
Sin embargo, el domingo pasado, en un discurso desde Río de Janeiro proyectado en pantallas gigantes en la principal avenida de Sao Paulo, Bolsonaro anunció que los opositores a su eventual gobierno tendrían que optar entre ser presos o partir al exilio.
Según Mauro Paulinho, director de la agencia de opinión pública Datafolha, ese discurso pudo haber causado preocupación en electores de clase media y con alto nivel educativo.
En las semanas que median entre la primera ronda y esta, excandidatos de aquella vuelta como la ambientalista Marina Silva, el socialista Guilhermo Boulos y el laborista Ciro Gomes dieron su apoyo a Haddad.
Los abstencionistas e indecisos, que entonces sumaron el 20 por ciento del electorado, ahora son situados por las encuestas en el seis y el ocho por ciento respectivamente, por lo que puede entenderse que cualquier cambio hoy en relación con las previsiones estaría más potenciado por una mudanza de los favores expresados por los electores a las firmas encuestadoras, o por previsiones imprecisas de estas.
